La Pequeña Dosis de Historia. Por: Dr. Joaquín Robles Linares
Uno de los problemas en esta administración fue la falta de oficio mezclado con una retórica ideológica que justificaba su incompetencia. Al interior de la administración federal se fueron dinamitando posiciones y desfigurando instituciones siguiendo las consignas del líder.
Al amparo de una frase simplona o un prejuicio trasnochado se armó un andamiaje de arrasamiento, primero la descalificación por privilegios seguida de la acusación por corrupción sin pruebas.
Un ejemplo fue salud, todo el relato que acompañó a la destrucción fue avalado por profesionales que se habían formado en estas instituciones, modelos de abyección que nunca manifestaron coraje para defender a la ciencia, a las instituciones o a sus colegas.
Estos ejemplos de delirio político y servilismo no son nuevos, siempre se dan ante un líder al que no se le puede contradecir, rodeado de rastreros y aduladores.
Entre 1958 y 1962 durante el largo Gobierno de Mao Tse Tung hoy conocido como Mao Zedong (1893-1976) se instrumentó un intento de modernización en China, uno de los objetivos era crear sus propios medios económicos, dejar atrás aquella sociedad agraria y alejarse de la Unión Soviética, el dirigente chino fiel a su estilo metafórico lo bautizó como el Gran Salto Adelante.
Mao, poseía un pensamiento fervoroso y sus proclamas iban acompañadas de alegorías o figuras retóricas que explicaban la necesidad del sacrificio y la lealtad, desembarazarse del individualismo que según él era la causa de la fatalidad social, erradicarlo de la nueva sociedad que aspiraba a construir sin meditar las consecuencias, la obsesión y el delirio como fundamento político.
Bajo este imaginario edificó presas sin mayor estudio que su necedad, aniquiló la escasa agricultura privada que quedaba y en un desvarío más, culpó a los gorriones de ser los causantes del escaso rendimiento en los cultivos.
Instauró una campaña para exterminar a estas aves, esto escandalizó a los biólogos extranjeros quienes intentaron hacer que el dirigente reconsiderara, como las advertencias venían de Occidente les contestó con una de sus sentencias: “El hombre debe derrotar a la naturaleza”. A esta insensatez la denominó: La Campaña de las Cuatro Plagas, exterminio que incluía a las ratas, gorriones, moscas y mosquitos.
Las presas construidas a capricho desaparecieron al primer tifón, la ausencia de la pequeña agricultura particular junto a otras medidas extremas castigó la producción de alimentos.
Extensos cultivos fueron devastados por langostas y otros insectos, la ausencia de aves depredadoras como los gorriones provocaron un desequilibrio desastroso en el campo. Desesperadamente el Gobierno chino empezó a importar parvadas de gorriones de la Unión Soviética para intentar contener el desastre, las advertencias del exterior se habían cumplido: “Los gorriones comían más insectos que granos”.
La enajenación de Mao provocó la muerte por inanición de millones de seres humanos, aun así, muchos creen ciegamente en su liderazgo y sabiduría, el Gran Salto Adelante fue un calamitoso fracaso. Actualmente en China no se ha recuperado la población de estas aves y está penado dañar al gorrión, Mao sigue siendo un modelo, la población sigue siendo víctima de sus paranoias.
En México los desatinos en Salud provocaron la muerte de casi un millón de personas, el mandatario en un alarde de cinismo declara que el Insabi no salió como lo pensado, al igual que en China la población sigue pagando las consecuencias provocadas por su ignorancia y prepotencia.
La sobrerrepresentación parlamentaria y la devastación del Poder Judicial les darán los poderes que Mao detentaba. Si esto se consuma, padeceremos más despropósitos que costarán vidas.