engo una amiga que me enseña a no tener miedo a través de mostrarme sus miedos y yo, le enseño a perder sus miedos mostrándole los míos.
Ayer caí en cuenta… Me enseñó mucho, me ayudó a tomar consciencia. Aunque en el momento ambos nos sentimos incómodos y a punto de molestia, pudimos capotear las emociones negativas que hemos aprendido durante nuestro viaje por esta vida y los personajes que vinimos a interpretar en la gran simulación del drama trágico-cómico qué es ser humano.
Conforme más me interno en esas informaciones que llaman falsas o conspiranoicos, más me acerco a entender, porqué la fuente creadora lo ama con gran cariño, yo mismo estoy infinitamente encariñado con el ser humano.
¿Cómo ha soportado las barbaridades qué este juego sádico qué se ha estado ejecutando desde que la mal llamada civilización empezó en los tiempos de sumeria y babilonia?
Los espíritus guías, los maestros, los iluminados junto con los controladores de esta “simulación”, nos dicen “es un juego lo que estás viviendo no es real”. Chinguen a su madre… Si lo vivo, lo siento, lo disfruto, lo sufro y lo creo… Existe. Me vale madre si lo viví en mi imaginación, aquí en la 3D, el astral, con ayahuasca, sapo o simple viaje astral involuntario… Existe lo que se vive o mejor dicho, lo que se experimenta.
Yo creo que por eso, el jueguito ya tiene que terminar, ya se pasaron de… Tueste con los humanos, o ¿Debiera decir NOS pasamos de tueste con los humanos?
Aquí y ahora, no lo sé o no me acuerdo, pero ya estuvo con el martirio… Que en esta vida, lo digo por empatía porque la vida de este personaje que interpretó ha sido mucho más cómoda qué las vidas de muchos, siempre contra corriente pero no trágica…
Pero lo que la humanidad ha debido pasar… Ha sido enfermo, decir diabólico o satánico, a lo largo de los siglos, las guerras y las barbaries del reino de los egos desbocados, se queda corto. No hay palabra que defina cercanamente lo que se ha vivido en este plano llamado tierra.
Los hermanos ascendidos tienen mucho que limpiar aquí. Tenemos mucho que limpiar. Y todavía viene el final de temporada de la serie “La Humanidad”. Se complica poner en práctica el perdón con nuestros hermanos mayores, sobre todo, sin sentirse pendejo. Ya veré que siento y pienso cuando regrese y los tenga enfrente.
Por lo pronto, desde mi pequeña perspectiva de provinciano sonorense que no le toca vivir las grandes decisiones y los trágicos eventos que están sucediendo más los que están por suceder… Ya detengan esta locura, si entendiendo en parte los objetivos espirituales de que debemos tomar consciencia de que somos la Trinidad de consciencia en la energía y la materia, aún así es terrible y doloroso. Para otros hermanos es brutal e incomprensible.
Las cosas como son… Y no me voy de aquí sin ejercer mi divino y soberano derecho de pataleo y preguntarle al padre:
¿No se te estará pasando de tueste el asado? 1CP