La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) minimizó el impacto que tendrá en el sector la suspensión de la construcción de la gigafábrica de Tesla en Nuevo León.
En entrevista con El Sol de México, Odracir Barquera, presidente del organismo, explicó que, aunque la inversión de la empresa de Elon Musk era significativa para el país, la industria automotriz mexicana es suficientemente robusta para soportar este contratiempo.
“En principio, esta decisión no afecta a las empresas ni a otras inversiones automotrices que por décadas han creído e invertido aquí, y que después de 30 años de integración comercial con Norteamérica, nos hemos convertido en un jugador relevante”, afirmó Barquera.
Estimaciones de la AMIA indican que México ocupó el séptimo lugar en producción de vehículos ligeros, con 3.8 millones de unidades en 2023. Se prevé que para finales de este año, México ascienda al sexto puesto, superando a Corea del Sur.
El martes, el presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, mencionó que no tiene sentido invertir en México si Donald Trump gana la presidencia y eleva los impuestos a los autos eléctricos.
Barquera enfatizó que la declaración de Musk podría tratarse de una mala interpretación, ya que el anuncio del candidato republicano solo afecta a armadoras chinas, por lo que Tesla no tendría ningún problema de aranceles. Indicó que el freno a la inversión en Nuevo León puede deberse a otras razones.
Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa, puso en duda la viabilidad de los aranceles anunciados por el candidato presidencial . En conferencia, destacó que el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es benéfico para las tres naciones y que la implementación de aranceles aumentaría significativamente el precio de los vehículos en Estados Unidos.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) también restó importancia a la suspensión de la planta de Tesla, considerando que no era “algo serio”. Durante su conferencia matutina del martes, el mandatario consideró que la decisión de Musk estaba influenciada por el clima electoral en Estados Unidos y acusó a Tesla de especular con sus inversiones.
“Esto la verdad no es serio, porque no podrían hacerse los vehículos que se consumen en Estados Unidos debido a los altos costos de producción en ese país”, explicó el presidente.