Después de 11 años de haber sido detenido, Miguel Ángel Treviño Morales, alias “El Z-40”, libró ya 11 de los 13 procesos penales que le iniciaron en México y en los que fue acusado de ser el líder máximo de la organización criminal de “Los Zetas”.
El suyo es un caso inusitado en la historia judicial del País, porque antes que él ningún otro personaje de su perfil -acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) de ser el número uno de una organización del narcotráfico- había librado tal cantidad de juicios criminales.
Ni Joaquín “El Chapo” Guzmán, Osiel Cárdenas Guillén o Benjamín Arellano Félix, todos extraditados a Estados Unidos, llegaron a tener tal cantidad de procesos judiciales ni absoluciones en México.”El Z-40″ también tiene en curso dos juicios de extradición a la Unión Americana, por acusaciones ante las Cortes Federales del Distrito Oeste de Texas, en Austin, y del Distrito de Columbia, en Washington.
El último fallo a su favor por delitos que le imputaron haber cometido en México, fue dictado apenas el mes pasado.
De acuerdo con registros judiciales, el pasado 1 de agosto, el Segundo Tribunal Colegiado de Apelación de Toluca canceló la última causa penal por el delito de delincuencia organizada que tenía pendiente el tamaulipeco.
Los tres Magistrados del tribunal confirmaron la libertad por falta de elementos dictada el 30 de junio de 2023 por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México. Con este fallo, el expediente fue finiquitado.
Un documento presentado el 21 de agosto por Treviño Morales a la Secretaría de Relaciones Exteriores indica que, desde su captura, el 15 de julio de 2013 en Anáhuac, Nuevo León, le iniciaron un total de 13 procesos por diversos delitos.
En los juzgados de distrito de Toluca fueron cinco; en Matamoros, tres; en Guadalajara, dos; y en Ciudad Victoria, Nuevo Laredo y Tampico, uno, respectivamente.
Pasada más de una década, el presunto traficante ya no tiene ningún proceso en curso por el delito de delincuencia organizada, con el que jurídicamente pueda ser catalogado como líder de una organización criminal, de ser declarado culpable.
Evade procesos
El hombre que las autoridades han señalado como el jefe de Los Zetas, desde la muerte de Heriberto Lazcano “El Lazca”, el 7 de octubre de 2012 en Progreso, Coahuila, hoy tampoco figura en ningún asunto relevante relacionado con dicho grupo criminal.
Por ejemplo, nunca consignaron un expediente en su contra por el incendio del Casino Royal de Monterrey, Nuevo León, el 25 de agosto de 2011.
En el caso del asesinato del ex candidato priista a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, registrado el 28 de junio de 2010 en Ciudad Victoria, fue acusado por delincuencia organizada, pero el Juzgado Décimo Primero de Distrito de Tamaulipas le dictó auto de libertad por falta de evidencias.
Si bien el 24 de abril de 2021 se ordenó su aprehensión en el fuero común por esas masacres, el año pasado el Primer Tribunal Colegiado Penal y Civil de Chiapas le concedió un amparo en el que se ordenó cancelar la captura, por falta de pruebas.
Y espera EU a su sobrino…
Carlos Alberto Monsiváis Treviño, alias “La Bola”, libró el caso de armas y droga que le aseguraron en su captura de la semana pasada, pero se quedará en prisión porque Estados Unidos solicitó su detención provisional con fines de extradición.
Enrique Beltrán Santés, Juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, Estado de México, dictó la no vinculación a proceso al sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40”, presunto líder de “Los Zetas”, por delitos contra la salud, en la modalidad de narcomenudeo, y portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
Con base en 19 videos -de un total de 492 ofrecidos extraídos de la nube de almacenamiento-, el Juez llegó a la conclusión de que eran inverosímiles las circunstancias de la captura de “La Bola”, transcritas en el Informe Policial Homologado (IPH) de la Guardia Nacional (GN).
Este parte informativo refiere que el pasado 2 de septiembre, a las 15:25 horas, un testigo anónimo hizo la parada a un convoy de la GN y el Ejército en Nuevo Laredo para denunciar que un sujeto armado, que dijo ser miembro del Cártel del Noreste, lo amenazó con “levantarlo”.
El supuesto testigo aseguró que el sospechoso portaba una pistola y estaba a bordo de un Jeep negro, estacionado en la Calle Canteras, sólo a unos metros de donde dio aviso al convoy militar. Los agentes y soldados ubicaron el Jeep afuera de un domicilio en donde dos sujetos armados les dispararon desde la azotea.
Ante el ataque, consideraron justificada la flagrancia y entraron a la residencia, donde a las 15:33 horas detuvieron a “La Bola”, sentado en un sofá de la planta baja, con un arma larga, una corta y una mariconera con dosis de distintas drogas. Es decir, entre la denuncia y la captura pasaron 8 minutos, según el IPH.
Monsiváis Treviño tenía cámaras por todos los rincones de su domicilio. Los videos, a los que Grupo REFORMA tuvo acceso, registran que el pasado 2 de septiembre “La Bola” entró al garage de su residencia en un carro KIA gris -no en un Jeep negro-, a las 11:38 horas, y ya no salió.
Los monitores del exterior también dejaron constancia de un Jeep negro que estaba estacionado afuera de su casa, pero por lo menos desde cuatro horas antes de que el testigo dijera haberlo visto en la calle. Las grabaciones sitúan ese vehículo a las 11:38 y 13:56 horas en la acera.
También grabaron el momento en que llegó el convoy de militares, a las 15:36 horas, y tampoco se observa que hayan sido objeto de una agresión armada. Los soldados trataron de tumbar la puerta de la casa con un ariete y, al no conseguirlo, una camioneta del Ejército embistió la puerta del garage, reventándola en el segundo intento.
Los monitores del interior también grabaron la captura y en ella se observa que el presunto narcotraficante no fue detenido con armas ni con una mariconera en la que supuestamente llevaba droga.
El momento exacto de su detención fue a las 15:39 horas, cuando “La Bola” estaba de pie, en medio de la sala, mirando de frente al pasillo que conduce a la puerta de la casa. Dos militares ingresaron y le apuntaron, quedando en medio el perro de la casa.
“La Bola” no levantó los brazos y pareció tomar con naturalidad la llegada de los captores.
En la audiencia de Carlos Alberto Monsiváis Treviño, alias “La Bola”, el Juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, Enrique Beltrán Santés, acotó que los videos de su detención eran de cámaras con sensor de movimiento -sólo se activan cuando detectan una presencia- y por ello no había secuencias largas y las grabaciones eran sesgadas.
Por eso, si bien resolvió la no vinculación a proceso, dictó ese fallo bajo las reservas de ley y determinó no sobreseer o cancelar en forma definitiva la imputación, lo que eventualmente permitirá a la FGR volver a judicializar estos delitos.
El defensor de Monsiváis informó que presentó una denuncia ante la FGR y la Fiscalía de Tamaulipas contra los elementos de la GN y el Ejército, por el allanamiento ilegal al domicilio.
Pese a lo anterior, el sobrino de “El Z-40” no abandonará el Penal del Altiplano porque unos minutos antes de su audiencia en la que le dictaron la no vinculación a proceso, el Juez Beltrán Santés también le notificó en otra diligencia de la solicitud de detención provisional con fines de extradición a EU, por tráfico de drogas de 2017 a la fecha.
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