La historia familiar de Madonna no ha sido fácil. Sin embargo, a lo largo de su vida la cantante se ha encargado de estrechar sus lazos con cada uno de los miembros de su clan, especialmente con aquellos que son más cercanos a ella. Tal es el caso de su hermano Christopher Ciccone, quien a pesar de sus diferencias y los motivos que los llegaron a separarse en más de una ocasión, llegó a convertirse en su mano derecha tanto a nivel personal como en lo profesional. Es por eso que para la ‘Reina del Pop’ ha sido sumamente complicado el tener que darle el último adiós, pues sin duda la cercanía que mantenía con él era única, además de que juntos pasaron por muchas.
Así lo compartió la intérprete en sus redes sociales, donde conmovida le rindió un homenaje a Christopher, en el que habló de cómo fue su vida al lado de él. “Mi hermano Christopher se ha ido. Fue el ser humano más cercano a mí durante mucho tiempo. Es difícil explicar nuestro vínculo, pero surgió del entendimiento de que éramos diferentes y de que la sociedad nos lo iba a poner difícil por no seguir el status quo. Nos tomamos de la mano y bailamos durante la locura de nuestra infancia”, expresó la intérprete en las primeras líneas de su mensaje.
La intérprete resaltó el talento de Christopher, así como las contribuciones que hizo a su carrera, mostrándose orgullosa de su legado. “Bailamos durante la locura de la epidemia del SIDA. Fuimos a funerales y lloramos, y fuimos a bailar. Bailamos juntos en el escenario en el comienzo de mi carrera y, finalmente, se convirtió en mi creativo. Director, de muchas giras. En cuanto al buen gusto, mi hermano era el Papa, y tenías que besar el anillo para obtener su bendición. Desafiamos a la Iglesia Católica Romana, la policía, la mayoría moral y todas las figuras de autoridad que se interponían en el camino de la libertad artística”, agregó.
La intérprete resaltó cómo fue que su pasión por el arte y la danza siempre los mantuvo unidos, y aunque en su momento tuvieron diferencias, la vida siempre se encargó de reunirlos. “Yo le admiraba. Tenía un gusto impecable. Y una lengua afilada, que a veces usaba contra mí, pero yo siempre le perdonaba. Subimos juntos a lo más alto y tropezamos en los más bajos. De algún modo, siempre nos volvíamos a encontrar, nos tomábamos de la mano y seguíamos bailando”, señaló.
Si bien, Madonna no entró en detalles respecto a la enfermedad de su hermano, reveló que al final de sus días no la pasó muy bien, pero que ella se mantuvo al pie del cañón junto a él. “Los últimos años no han sido fáciles. No hablamos durante algún tiempo, pero cuando mi hermano enfermó encontramos el camino de vuelta el uno al otro. Hice todo lo que pude para mantenerlo vivo el mayor tiempo posible. Sufrió mucho al final. Una vez más, nos tomamos de las manos, cerramos los ojos y bailamos juntos. Me alegro de que ya no sufra. Nunca habrá nadie como él. Sé que está bailando en alguna parte”, finalizó.