ES ALARMANTE el número de accidentes viales que se están generando en la capital del Estado, Hermosillo, en los últimos meses.
El problema no solo se circunscribe al aumento de automóviles en nuestras calles, sino a la falta de educación frente al volante.
Como ciudad capital, los accidentes viales han rebasado las dos docenas por día desde hace años. Lo que alarma, es que muchos de esos accidentes han sido fatales.
Y aquí somos responsables todos.
Prevalece la conducción a la ofensiva, es decir, el “hazte a un lado que voy a pasar”; la irresponsabilidad al ir utilizando el teléfono celular y, lo peor, ponerse a “textear” en el primer alto que hacemos; no respetamos los límites de la velocidad a pesar de que existen los señalamientos que así lo indican y una razón más que debe contemplarse: ataques de ansiedad o las prisas que facilitan las decisiones de romper el orden citadino.
Si se buscan culpables, los encontrarán fácilmente: La policía municipal de tránsito que no actúa eficazmente con conductores que a pesar de violar el reglamento no son sancionados o se les “otorga el servicio” luego de un acuerdo, o bien, la ciudad que no cumple a estas alturas con las avenidas, carriles, cruceros y espacios necesarios para lograr un tránsito vehicular más fluido.
La verdad, como se dijo antes, todos somos responsables.
La gente de a pie que no cruza las calles por las esquinas, sino que se da el lujo de hacerlo por en medio, así se trate de un boulevard con intenso tráfico en alta velocidad.
Si ahondamos más en el tema, caeríamos en el señalamiento de la ausencia de educación vial, la que debería contemplarse por toda autoridad, entre ella la Secretaría de Educación y Cultura, el Ayuntamiento, el Gobierno del Estado y las mismas autoridades federales.
Y es que miles de los automóviles que circulan en nuestras calles son “carros chuecos”, los que han visto incrementado el número porque a pesar del programa de regularización implementado por el gobierno federal, no ha resultado del todo ante la falta de coercitividad, es decir, no existen decomisos de estas unidades ante la ilegalidad y muchos de sus propietarios, prefieren continuar así, “chuecos”.
Los operadores del transporte urbano, se han convertido en los reyes del tránsito. Conducen a la ofensiva en un grado mayor, de tal manera que en los registros de los accidentes viales se mantienen con una participación extraordinaria.
En realidad, todos somos responsables desde el momento en que tenemos un volante el frente o caminamos en la calle.
Deberá ser una tarea ardua el alcanzar propósitos que permitan detener esta ola de accidentes en la ciudad.
La SEC debería implementar un programa educación vial para los pequeños y jóvenes de educación básica; la educación comenzaría desde el hogar; el Gobierno del Estado no debería entregar licencias de conducir si antes no se aprueba un examen aplicado a los aspirantes desde oficinas del Ayuntamiento y se hace necesario una intensa campaña publicitaria, efectiva, que permita a los irresponsables reflexionar acerca de su responsabilidad, así como a los peatones.
La autoridad responsable debería frenar la ilegalidad sobre llantas en la ciudad. Una menor cantidad de vehículos o una mayor regularización de las unidades “cholates”, ayudaría a obtener mejores resultados.
HABRÁ que poner un asterisco a las notas que han trascendido de la actuación de elementos del ejército mexicano y su contacto con la ciudadanía… Ya son varios los ejemplos que ponen sobre la mesa la posibilidad de un exceso en el uso de la fuerza por parte de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional… Ahí está Chiapas con ocho migrantes muertos por las balas de los soldados y Tamaulipas, con el asesinato primero de un joven, luego de una niña de ocho años de edad y recientemente las imágenes del trato violento y amenazante que dieron a una persona a la que le provocaron un choque… Y aquí en Sonora… Falta se brinde la información oficial respecto a muertes en el área de Altar-Caborca y lo que puede ser abuso de la fuerza en San Luis Río Colorado… Todo ha trascendido en redes sociales… Se hace necesario, entonces, se informe de manera oficial acerca de estos hechos y con ello fijar precedentes buscando que esos excesos no vuelvan a repetirse.