Senado de la República, 31 de octubre de 2024.- La reforma constitucional en materia de Bienestar que aprobamos es de la mayor trascendencia porque revierte 36
años de neoliberalismo, donde se ofrecieron apoyos condicionados, temporales y mal focalizados, que buscaban lucrar con la pobreza, comentó la senadora Lorenia Valdés Sampedro.
Desde la Tribuna señaló que gracias al pueblo de México ha sido posible implementar una política de bienestar progresivamente universal que dio excelentes resultados con el presidente Andrés Manuel López Obrador y seguirá dándolos en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
“Con esta reforma se garantiza la universalidad y el fortalecimiento de las pensiones para las personas adultas mayores y para las personas con discapacidad; se establecen como derechos constitucionales los programas sociales Sembrando Vida, Producción para el Bienestar, Fertilizantes, Precios de Garantía y Apoyos a Pescadores de Pequeña Escala; se robustece con recursos suficientes, que incrementarán de manera progresiva, las becas para estudiantes de escuelas públicas de todos los niveles educativos; y se mandata una vivienda adecuada para todas y todos”, explicó.
La senadora sonorense argumentó que es una reforma que confirma el modelo de justicia social y humanista de la Cuarta Transformación, y que da vida al Estado de bienestar.
Bienestar que consolidamos día tras día a través de políticas públicas trasparentes y eficientes, marcos legislativos sólidos que responden a la realidad actual y, por supuesto, con resultados contundentes que se reflejan en la vida cotidiana de la gente y que llegan directamente a las manos de las y los beneficiarios, sin condicionamientos, sin moches y sin corrupción.
Los programas para el bienestar representan el eje central de nuestro proyecto de nación, dijo Valles Sampedro.
“Las y los mexicanos somos sujetos de derechos y NO de dádivas o concesiones. Derechos y no mercancía susceptible de intercambio, porque la política de
bienestar de la Cuarta Transformación es un instrumento transformador, combate la pobreza, asegura el desarrollo y tiene como propósito la felicidad de las familias
mexicanas”, expresó.
Reflexionó sobre el hecho de que 9.5 millones de personas hayan salido de la pobreza, lo cual significa -comentó- que ahora tienen posibilidades reales de desarrollarse y mejorar progresivamente su calidad de vida, pero, sobre todo, que las siguientes generaciones nacerán en una realidad diferente, con verdaderas oportunidades y derechos sociales garantizados por el Estado.
Finalmente, Lorenia Valles, enfatizó que la política de bienestar de la 4T es de largo aliento y no responde a la coyuntura, porque es una política de Estado y no una acción mediática; es el resultado más acabado del humanismo mexicano que se establecerá en la Norma Suprema, porque al igual que la Constitución de 1917 es la expresión viva de la Tercera Transformación, el nuevo texto constitucional dará cuenta de que la Revolución de las Conciencias ha triunfado.