El pago de derechos de 42 dólares a los turistas extranjeros que llegan a México vía crucero, aprobado por el Congreso, impactará a los viajeros de menos recursos, que representan entre 40 y 45 por ciento de este segmento y, a la larga, reduciría la llegada de estos visitantes al país, señalaron especialistas.
Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana y experto en el sector turismo, comentó a El Sol de México que en los últimos años los cruceros se han vuelto más accesibles y poco menos de la mitad de las personas que viajan en ellos lo hacen por primera vez, es el segmento al que la medida del gobierno federal puede afectar, dijo.
“La mayor parte de los cruceristas es turismo de bajo presupuesto, no es de élite, lo que hace pensar que quienes delinearon esta medida no conocen esta industria, creen que son turistas como se muestran en las películas, que son millonarios, pero eso fue hace 50 años, entonces hay un desconocimiento de la dinámica de este mercado”, consideró el especialista.
Los legisladores federales aprobaron cambios a la Ley Federal de Derechos para que a partir de enero todos los visitantes que llegan a México en cruceros paguen un derecho de 42 dólares.
Datos del Inegi señalan que en 2023 llegaron al país por esta vía cerca de 9.2 millones de turistas, cifra que superó a lo registrado en 2019, previo a la pandemia.
Hasta el cierre de septiembre, los puertos nacionales recibieron a 7.2 millones de viajeros que arribaron en crucero, cifra 7.4 por ciento mayor en comparación con el mismo periodo de 2023. De continuar la tendencia, el país estará recibiendo cerca de 10 millones de cruceristas este año.
De seguir esa tendencia, se habla de una recaudación de más de 378 millones de dólares que, al tipo de cambio previsto por los legisladores para 2025, de 18.5 pesos por dólar en promedio, representarían ingresos por cerca de siete mil millones de pesos.
Sin embargo, analistas privados consultados por el Banco de México esperan que el tipo de cambio oscile en los 20.59 pesos por dólar, por lo que la captación del gobierno federal por el concepto de pagos de derechos a cruceristas podría rondar los siete mil 800 millones de pesos.
“El sentir entre analistas es que los legisladores lo hicieron a propósito, ya que la esperada depreciación del tipo de cambio beneficiará los ingresos presupuestales”, añadió Herrera.
Pero la medida, de mantenerse, puede tener un impacto para el sector. Organismos nacionales y extranjeros mostraron su preocupación por la medida y las consecuencias que traerá a la industria.
La Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC) advirtió que este cobro de derecho migratorio colocará a los puertos turísticos mexicanos entre los más caros del mundo, lo que afectará la competitividad del país frente a destinos del Caribe.
“Este nuevo gravamen provocará un cambio en las rutas de las principales líneas de cruceros a partir de 2026, con una importante reducción en los arribos de buques”, dijo el organismo.
Datos del Inegi señalan que la derrama de los cruceros en el país es de 724 millones de dólares, sin embargo, la AMANAC indicó que el sector aporta mil millones de dólares anuales en gastos directos, además de generar más de 20 mil empleos y contribuir con 200 millones de dólares al año en salarios.
En tanto, la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCC) expresó la semana pasada que este cambio en la ley implicaría que el costo de los puertos en México sería 213 por ciento más costoso en comparación con el promedio en los destinos del Caribe.
“Si se implementa de repente, este cambio podría alterar los planes de viaje de más de 10 millones de pasajeros que se espera que visiten México en 2025, lo que amenazaría importantes contribuciones económicas que sustentan a las empresas locales, las oportunidades de empleo y los medios de vida de las comunidades”, dijo el organismo.
Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC), coincidió en que esta medida restará competitividad al país y puede impactar con menos pasajeros.
“Evidentemente puede haber afectaciones, porque el gasto medio de un pasajero de crucero es relativamente bajo y el cargar una cantidad como la que se plantea puede tener afectaciones sobre la demanda”, comentó.
De acuerdo con el académico, el gasto medio de un crucerista es de 70 u 80 dólares, ya que apenas pasan unas horas en el país, mientras que el gasto medio de los turistas internacionales rebasa los 500 dólares, según el Inegi.
“De pronto grabarlos con esta cantidad que se aprobó ciertamente supondría un impacto”, aseveró Madrid.
Los analistas coincidieron en que, en principio, las líneas navieras serán las que asuman el costo, ya que los cruceros de los primeros meses de 2025 ya están vendidos, pero eventualmente subirán los precios y los turistas compararán estos con otros destinos.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo la semana pasada que se evaluará el daño que pudiera tener el cobro de 42 dólares a los cruceristas, esto luego de que AMANAC y la FCC dijeron que la industria no fue consultada en la discusión de esta medida.