Reuters.- El ajuste de cuentas económico mundial con la administración entrante de Donald Trump comenzó en serio esta semana, con la Reserva Federal de Estados Unidos anunciando menos recortes de tasas de interés y otros bancos centrales importantes señalando cautela sobre sus futuras decisiones.
La Fed recortó las tasas el miércoles, tal y como se esperaba, en medio de un ajetreado fin de año de reuniones de bancos centrales desde Ottawa y Fráncfort hasta Tokio y Londres, que mostraron una mayor incertidumbre ante la llegada de Trump a la Casa Blanca en el nuevo año.
No obstante, las autoridades de la Fed redujeron las previsiones de recortes de tasas ante la obstinada inflación y el presidente Jerome Powell dijo que algunos en la entidad están tratando de juzgar cómo podría afectar a la política los aranceles, la reducción de impuestos y las restricciones a la inmigración planeados por Trump.
El resultado fue que los banqueros centrales de Estados Unidos estimaron un mayor crecimiento para el próximo año que el estimado con anterioridad, pero también una inflación notablemente más alta.
Esto llevó a Powell a instar repetidamente a la cautela en cuanto a recortes adicionales de tasas a partir de ahora, lo que provocó una caída de las acciones y una recalibración de las estimaciones del mercado para una mayor flexibilización.
En la actualidad, sólo se prevé un recorte de la Fed para 2025.
Como se esperaba, el Banco de Inglaterra mantuvo su tasa principal sin cambios en el 4.75% el jueves y dijo que necesita atenerse a su actual enfoque gradual de recortes.
“Con la creciente incertidumbre en la economía, no podemos comprometernos a cuándo o cuánto recortaremos los tipos el año que viene”, declaró Andrew Baily, gobernador del BoE.
Antes, en Asia, el Banco de Japón mantuvo las tasas ultrabajas mientras la amenaza de las políticas de Trump ensombrece a una economía dependiente de las exportaciones.
“Hay incertidumbre sobre las políticas de la administración entrante de Estados Unidos, por lo que necesitamos escrutar el impacto con más cuidado”, dijo el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, en una conferencia de prensa, agregando que las políticas comerciales y fiscales de Trump tendrán un gran impacto en la economía mundial y los mercados financieros.
El banco central de Noruega mantuvo sin cambios su tasa oficial en un máximo de 16 años del 4.5% y destacó el riesgo de una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El banco central de Suecia recortó su tasa principal en un cuarto de punto porcentual, al 2.5%, tal y como se esperaba, pero afirmó que ahora ve razones para ser más cauto a la hora de recortar los tipos a principios de 2025.
Antes de la decisión de la Fed, el Banco Central Europeo y el Banco de Canadá ya bajaron las tasas la semana pasada. En ambos casos se prevé una mayor relajación en 2025, en un contexto de debilitamiento de las perspectivas.
Aunque la presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mostró vaga sobre nuevos recortes de tipos, destacó los riesgos a la baja para el crecimiento, incluidas las posibles tensiones comerciales con Estados Unidos bajo el mandato de Trump.
Aunque Trump puede haber estado sólo en la periferia de la reflexión de los funcionarios de la Fed, fue un foco central en Ottawa cuando la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, renunció después de chocar con el primer ministro Justin Trudeau sobre cómo manejar los posibles aranceles de Estados Unidos bajo la próxima administración de Trump.
Mientras tanto, el entusiasmo del mercado de criptomonedas por la idea de Trump de establecer una reserva estratégica de bitcoins sufrió un revés cuando Powell dijo que la Fed no tiene autoridad legal para mantenerla y ningún plan para buscar un cambio en la ley para que pudiera.
El comentario contribuyó a un amplio desplome de los activos relacionados con las criptomonedas, incluida una caída del 5% del propio bitcoin, su mayor descenso en más de tres meses.