Mi Gusto es… o la otra mirada. Por: Lic. Miguel Ángel Avilés
Si la Teoría del Big Bang o Teoría de la gran explosión, o sea el modelo cosmológico de mayor aceptación en la actualidad científica sobre el origen del Universo es cierta, quiere decir que este mundo vino al mundo luego de una gran explosión, escuchándose algo así como un bruto estallido muy similar a lo ocurrido en Hiroshima, o San Juanico, o en Tlahuelilpan o en Ucrania o en Culiacán, o en Zacatecas o Michoacán o en Chiapas, pero a la N potencia.
Era el inicio de todas las cosas.
Producto de un estado originario de altísima densidad y temperatura, concentrado en un punto mínimo.
Sus enormes fuerzas interiores provocaron una gigantesca explosión que dio origen al universo, al tiempo y al espacio (o espacio-tiempo, como propone la física contemporánea).
Lo estoy citando tal como lo leí porque al estar haciendo esto último, no entendí nada de nada, al igual como me está pasando ahorita que también hay fuertes estallidos por aquí y por allá y no entiendo nada de nada.
La expansión que sufrió aquel tronido supuso un necesario enfriamiento del universo y de esta manera fue posible el origen de la materia, que después se fue volviendo más compleja hasta formar todo lo que existe.
Dice lo que me plagio en estos momentos que primero fueron nubes de gas caliente, luego estrellas y finalmente planetas y asteroides.
Milenarios años más tarde vendrían las Michoacanas, los Oxxo, las farmacias Guadalajara, y las narcotienditas, pero esa es otra historia, aunque para allá voy.
Por lo pronto y siguiendo con mis plagios, no puedo dejar de preguntarme si existió algo antes del comienzo de todo, es decir, un minuto, tres segundos o media hora antes del reventón y a decir de los científicos, obvio sin estar presentes como tampoco estuvieron los bomberos, me responden que el universo estaba comprimido en una masa densa y caliente.
Para que se den una idea, como una taza de café del mercado o un mediodía de agosto en Hermosillo.
Hagan de cuenta, pero, claro, estoy especulando. Ya les dije que yo no estuve ahí.
Si fuera más irresponsable de lo que ya soy o más atrevido, dijera que el inicio del big bang fue así de sorpresivo como la primera vez que alguien encendió la pólvora o le jaló el gatillo o sometió a prueba la primer arma de fuego, sin avisar a nadie, causando un alboroto .
Las primeras armas de fuego manuales aparecieron en Europa occidental entre mediados y finales del siglo XIV como el Arcabuz, que apareció en el siglo XIII y fue el arma principal de la infantería o el Mosquete, un cañón muy chiquito de mano y de mecha, creado por los españoles, o el pedreñal que tenía forma de escopeta corta y se usó entre los siglos XVI y XVII.
Su creación nunca tuvo un propósito bueno ni sus autores serían nunca unos candidatos a un reconocimiento o estarían nominados para recibir un día el premio nobel de la guerra. Para nada. Las armas nacieron como herramientas de defensa o de ataque y de paso han sido usadas para cazar, para la guerra y para cometer delitos. También para preservar el orden o en más de una vez, los encargados de esto, son precisamente los que cometen los delitos.
Es decir, su existencia nunca estuvo pensada como instrumento pacificador o para regalarse un 14 de febrero o hacerlas tan universales que las pudieran recibir en una navidad los niños o que en un intercambio de regalos se sorprendiera al amigo secreto, obsequiándole un viejo arcabuz, a una cuerno de chivo o una escuadra cortita.
A mi entender, pues, nada bueno traen las armas, por más que respetemos a quienes le gustan y las coleccionan.
Fue hasta el siglo XV, cuando se inventó la mecha, que permitía encender la carga y detonar la bala. Obvio esto no fue obstáculo al momento del big bang, aunque a uno ya le entra la duda si por ahí anduvo algún piromaniático y fue el causante de parir a este mundo
Despuesito se inventó la capacidad de recarga y para 1837, un mentado Daniel Leavitt patentó un arma de fuego con tambor de múltiples recámaras, registrando así el primer revólver después de Samuel colt. Era un inventor gabacho y solía contribuir a la paz de esta manera junto con su socio Edwin Wesson. No vayan a querer enviarles una carta para exigirles que nos pidan disculpas, porque hace mucho tiempo que murieron.
En México el uso de armas de fuego empezó con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI y juran por Ghandi que la primera arma de fuego en ser empleada por el Ejército Mexicano fue el fusil denominado Mondragón. Este fusil fue diseñado en 1884, pero usado hasta 1901 y fue el primer semiautomático y automático de la historia.
Siendo un arma única en su tipo, funcionaba accionada por gases de disparo, a través de un cilindro y un pistón. Dicen que se empleó en la Primera Guerra Mundial por el Imperio Alemán, Imperio Austrohúngaro, Imperio del Japón, República de Weimar.
Otros fusiles mexicanos son el FX-05 Xiuhcoatl, un fusil de asalto mexicano diseñado y construido por la Dirección General de Industria Militar del Ejército; Máuser Mexicano Modelo 1936: Máuser Modelo 1902, entre otras.
Aunque se oiga como porra tanto Cañón, cartucho y gatillo fueron las armas en la Revolución mexicana, Estas fueron utilizadas en el campo de batalla tanto por los revolucionarios como por el antiguo ejército porfirista y las leyes que permitieron su uso en la vida diaria.
Qué nación tan paradisiaca hemos ido construyendo.
Y pudiera ir año por año, lustro tras lustro, sexenio tras sexenio realizando un inventario bélico sobre esto, pero además de que el espacio no me alcanzaría, déjenme confesarles que soy un neófito en la historia, pero sobre todo en el uso de las armas que soy capaz de pegarme un balazo.
Abrazos no balazos.
Prefiero eso.
Aunque la abrazadera sea menos y el poderío armamentista en los Estados Unidos Mexicanos sea mayúsculo y espeluznante.
Hablando de la actualidad, resulta que en un recorrido hemerográfico realizado por el periódico Milenio proyecta que las armas confiscadas al crimen organizado coinciden con al menos una decena de artefactos de fuego que fueron fabricados por las empresas que negaron ante los tribunales estadunidenses tener alguna relación con el crimen organizado.
No las estoy ofertando ni nada que se le parezca, pero los modelos principales son las Colt en tres distintas modalidades, las Barret en dos modelos de distintos calibres, la tradicional Beretta, el rifle Smith and Wesson, la compacta Glock, el mini rifle de Ruger y las ya tradicionales en México AK que fabrica Century International Arms.
Las armas han transitado por todo lo largo y ancho del país como si paseáramos los símbolos patrios, aunque los aseguramientos en la última década de estas armas estadunidenses se reportaron —según dicho periódico – principalmente por las carreteras de Tamaulipas y Sinaloa.
Supondré que, con un espíritu nacionalista o contribuyendo para que un día logremos una denominación de origen que incluso se puedan incluir como productos, en una de las tantas ventajas comparativas nuestras, en algunos casos las armas ya no se parecen a las de los catálogos norteamericanos, pues han sido transformadas por los narcotraficantes a su gusto, con diamantes e incrustaciones de oro.
Tal es el caso de la Colt calibre 38: fue la pistola que le encontraron a Joaquín El Chapo Guzmán, con diamantes que dibujaban las iniciales del narcotraficante en la cacha.
Se me ruedan las lágrimas de la emoción, mientras pienso en la defensa de la soberanía.
En la revisión que se realizó se encontró que en los aseguramientos en México, una de las armas más reportada fue la Colt en tres distintos calibres; sin embargo, la más popular es la calibre 5.56. En el catálogo de la empresa lo presentan como un “rifle deportivo moderno” y tiene un costo aproximado de mil 49 dólares.
Tratándose de la Beretta, el arma que ha destacado en los aseguramientos en México es la calibre 9 mm y durante la administración del presidente Peña, la Sedena reportó su aseguramiento en lugares como la 15va zona militar en Jalisco, donde era localizada generalmente junto con armas largas como el llamado “Cuerno de Chivo” que fabrica la Century International Arms.
También se encontraron un centenar de zapatos y otras cosas, aunque eso fue hace unos días por lo que aún no se sabe, ya que se está investigando, pero juro por Sherlock Holmes que se llegará hasta las últimas consecuencias.
En cuanto a las viejas conocidas, dos armas se han convertido en las tradicionales de los cárteles de la droga, son el rifle Mini 14 calibre .223 de la empresa Ruger y las AK-47 que fabrica Century International.
En el caso de los rifles AK-47, conocidos como “Cuerno de chivo”, según su catálogo el precio oscila entre los mil 699 y los dos mil 699 dólares. Su versión más moderna se describe como “un rifle semiautomático con cámara”.
Para satisfacer todos los gustos, se ofrecen en color café y han sido alterados por los cárteles de las drogas, colocándolos en distintas partes incluso incrustaciones de diamantes o recubriéndolos totalmente de oro.
Dar cifras sobre los muertos que han traído consigo las armas en guerras mundiales, en guerras frías, en guerras intestinas o en democráticas elecciones o en sexenios tras sexenios o en delitos de lesa humanidad, o del fuero común o federal diga usted cuales más, resulta ocioso.
Las armas tenían su propósito desde que nacieron y a sus seguidores no les han quedado mal.
¡Bang Bang!
Y una ciudad es atacada, un pueblo huye abrazado por tanta bala, un país es bombardeado por otro, la familia entera es ejecutada, toda una generación es sepultada clandestinamente y el inegi ya no haya donde contar, si en la superficie o en el subsuelo para que les den las cuentas y las gráficas salgan bien bonitas.
No somos únicamente nosotros, tampoco es un gobierno en particular. Es el mundo entero que pasó tarde que temprano del Big Bang al Bang Bang.
Hoy más que nunca entenderemos la gran diferencia entre génesis que genocidio.
Y si no me creen, pregúntenselo al señor Adán o a la señora Eva.