Ciudad de México. Caifanes alzó la voz en el Estadio GNP Seguros y subrayó que “ningún ser humano es ilegal” en la edición 25 del Festival Vive Latino.
Enseguida, el recinto se cimbró con una versión de Clandestino, de Manu Chao, con la cual la mítica banda encabezada por Saúl Hernández se solidarizó con los migrantes.
El intérprete y guitarrista expresó, ante la multitud que saturó el inmueble: “América es un continente donde vivimos millones de latinos con cultura, historia, fuerza, sueños y con muchas ganas de que (el continente) crezca. Queremos darle la bienvenida a nuestros paisanos que han sido corridos desde el otro país, injustamente. Aquí está tu casa, te necesitamos, regresa, vente pa’ acá carnal, vamos a crecer juntos. Además el continente americano va durar muchos siglos y por la eternidad siempre se llamará el Golfo de México”.
Tras decir esas palabras, la audiencia gritó y ese gran rugido se extendió en toda la explanada y gradas.
Antes, cuando apareció la banda y comenzaron los acordes de Los Dioses ocultos, tema al que siguieron Viento y Miedo, entre otros himnos, los miles de asistentes formaron un gran coro que acompañó sin tregua a Hernández.
Se escucharon Nubes, No dejes que, Mátenme porque me muero, Aviéntame, Afuera, Aquí no es así y Antes de que nos olviden. El estadio estalló en fiesta y regocijo, acompañando a la mítica agrupación con sus rolas, soundtrack de varias generaciones.
El quinteto además estrenó en vivo Y caíste, canción que apenas lanzaron el martes pasado, la cual se sumó a otras de años recientes como Heridos, Solo eres tú e Inés.
Saúl Hernández pugnó “por ni una más” en referencia a los feminicidios que continúan sacudiendo al país y se escuchó a Vivir Quintana, en video, con su Canción sin miedo.
La agrupación integrada por Hernández, Alfonso André, Diego Herrera, Rodrigo Baills y Marco Rentería, agradeció la presencia de la “raza poderosa e imbatible”.
Caifanes regresó con toda la actitud al Vive Latino, luego de haber agotado taquilla en agosto pasado en el mismo Estadio GNP, lo cual volvió a refrendar este sábado al saturarse el inmueble de Iztacalco durante el mágico y catártico ritual.
