
Cafeceando. Por Octaviano Rojas G.
Por fin, una buena noticia que no tiene que ver con baches, incendios o elecciones: la economía de Sonora está en su mejor momento histórico. No es consigna ni palero disfrazado de analista. Es el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el que trae el dato: al cierre de 2024, el Indicador Anualizado de la Actividad Económica del estado alcanzó un puntaje de 105.8, el más alto desde que se tiene registro. Sí, más alto que en épocas de boom minero, más que con maquiladoras boyantes o bonanzas coyunturales. Lo logró la administración de Alfonso Durazo.
Ahora bien, este numerito no salió por generación espontánea ni por los milagros del clima. Detrás hay una estrategia que —aunque no siempre ha sido comunicada con bombos y platillos— sí ha dado resultados. La apuesta de Durazo ha sido clara: inversión estratégica, desarrollo industrial con enfoque regional, innovación tecnológica y un barniz de inclusión social que, aunque perfectible, al menos existe. Todo eso empieza a rendir frutos tangibles.
Porque sí, hubo un tiempo —no tan lejano— en que Sonora se movía entre el estancamiento y la franca recesión. Entre 2018 y 2020, el estado parecía tener el motor apagado y las llantas ponchadas. La pandemia no ayudó, pero la falta de dirección económica tampoco. El viraje comenzó en 2022, con un repunte que llevó el indicador a 100.5, seguido de un 104.9 en 2023 y el ya mencionado 105.8 en 2024. No es solo una línea ascendente en una gráfica: es una tendencia sostenida que indica rumbo y propósito.
Claro que no todo es miel sobre coyotas. Aumentar el nivel de actividad económica no es garantía de que la riqueza se distribuya de manera equitativa, ni que los beneficios lleguen parejo al sur del estado o a los cinturones de pobreza en Hermosillo. Pero sin crecimiento sostenido, ni siquiera se puede soñar con eso. Y hoy, al menos, hay algo que repartir. La pelota está en la cancha de las políticas públicas sociales y territoriales.
Así que, a regañadientes o con entusiasmo, toca reconocerlo: el gobierno de Durazo ha hecho su tarea en materia económica. Con datos duros en mano, queda claro que el proyecto de transformación en Sonora no solo ha sido un eslogan. La economía lo está contando en tiempo real, y por primera vez en mucho tiempo, la narrativa del desarrollo no suena hueca ni exagerada. Suena a realidad.
Y por si algo faltara para cerrar abril con broche institucional, la propia presidenta Claudia Sheinbaum dedicó tiempo en su conferencia “La mañanera del Pueblo” de este miércoles 30 a resaltar el papel de Sonora como motor económico del país. Mencionó específicamente programas clave como el Plan Sonora de Energía Sostenible, una apuesta que pone a la entidad en el centro de la transición energética nacional. Pero más allá del programa, lo que resaltó fue el espaldarazo político que le dio públicamente al gobernador Alfonso Durazo, reconociendo su papel como pieza clave en ese engranaje.
Durazo, por cierto, sigue en la Ciudad de México —y no precisamente de vacaciones—, gestionando más apoyos y recursos para el estado. Y si de eso depende que sigamos rompiendo récords económicos, que se quede unos días más, que aquí hay equipo que sabe jalar parejo. La estructura estatal sigue funcionando, y hasta con ritmo.
Eso sí, su estancia en la capital también tiene un tinte claramente político: este domingo se llevará a cabo la reunión del Consejo Político Nacional de Morena, que él mismo preside. Se espera que ahí se repartan lineamientos, estrategias y, dicen las malas lenguas, uno que otro jalón de orejas para que nadie pierda de vista hacia dónde debe apuntar el proyecto: a la ciudadanía y a la presidenta Sheinbaum. Además de recordarles el no robar, no mentir y no traicionar jamás al pueblo.
Porque si algo ha quedado claro esta semana es que cuando hay sinergia entre niveles de gobierno, la política no solo sirve para ganar elecciones, también puede hacer crecer la economía, atraer inversiones, y mejorar la vida de la gente. Y eso, para variar, merece ser contado.
¡Hoy no se trabaja porque es el Día del Trabajo!
Sí, suena contradictorio, pero así es la cosa: este 1 de mayo es día inhábil porque conmemoramos los logros del movimiento obrero y sindical. Y aunque la ironía es tentadora —“deberíamos celebrarlo trabajando, ¿no?”—, lo cierto es que esta pausa es fruto de décadas de lucha por condiciones laborales dignas. Así que sí, a descansar con conciencia histórica. Pero otros, seguiremos como si nada, trabajando.
Aquí en Hermosillo, la tradición se mantiene con el desfile del Día del Trabajo, donde sindicatos saldrán a las calles con pancartas, exigencias y uno que otro mensaje directo para los patrones. Eso sí, la CTM de Javier Villarreal no desfilará. En cambio, tendrán su propia concentración masiva en el CUM, donde seguramente veremos en el presidium al propio Villarreal, al diputado Óscar Ortiz, y a funcionarios de los tres niveles de gobierno. Hasta ayer el gobernador Durazo aún se encontraba en la capital del país, así que ignoramos si hoy esté presente en el desfile. Creo que no estará; pero sí muy bien representado. No hay duda.
Ya saben: si no hay desfile, habrá discursos. Y si hay discursos, habrá política. ¡Feliz Día del Trabajo!
Nos vemos y escuchamos de lunes a viernes, de 5 a 6 de la tarde por el 104.7 de FM en Radio Sol en el programa más grillo, LENGUAS VESPERTINAS en donde acompaño a los colegas Fernando Oropeza, Arturo Soto y Arturo Ballesteros.