Mis Bolas Ríspidas. Por David Parra
Hace 21 años compartí junto con millones de mexicanos la indignación por la descarada intervención de Vicente Fox en calidad de presidente de México por el intento de desafuero contra el entonces jefe de gobierno de la ciudad de México cuyo nombre a estas alturas del partido prefiero no mencionar.
Este último luego que le defendimos quienes nos organizamos para evitar se le retirara el fuero para ser procesado como cualquier ciudadano, una vez que hicimos recular al régimen con manifestaciones y diversidad de acciones a lo largo y ancho de México, envalentonado nos regaló una primera señal de sus verdaderas intenciones y no la entendimos: “Al diablo con sus instituciones” dijo en plena campaña presidencial y no pocos nos incomodamos, pero no dimensionamos el alcance de esa frase.
Hoy ya lo entendimos en su justa dimensión.
Me tocó en ese tiempo liderar la primera red independiente de partidos que surgiera en la capital sonorenses para extenderse hacia el resto de la entidad. Segunda señal… De nada sirvió haber hecho cuanta acción en su defensa. Nos impusieron a Rosendo Armenta, un buen hombre improvisado a instancias de Alejandro Esquer que nada tenía que hacer en esto.
En lapso en lo que se imponía al extinto Rosendo, el desfile de personajes de todo calibre que me buscaron para buscar apoyo para candidaturas y proyectos con el candidato, fue larga. Alfonso Durazo se apalancó con nosotros cuando nos hicieron groseramente a un lado, a quien acuerpamos hasta el último momento en su candidatura al senado que le ganó Guillermo Padrés.
Pese a todo eso, nuestra convicción fue más allá de ofrecimientos que nos hiciera Armenta para dejarlo pasar sin resistencia. Simplemente no se lo permitimos y le rechazamos candidaturas e intentos de cañonazos… Algunos nos llamaron pendejos y reconociendo que tenían razón, por mi parte debo decir que de tener la ocasión, como me dijera hace unos meses mi buen amigo Guillermo Padrés respecto de su Waterloo, haría lo mismo de volver a suceder. Doblemente pendejo.
No todo fue perdido entonces. Luego de la campaña mi tío poncho en una de esas pláticas amistosas en su biblioteca, me confió que le habían ofrecido traerse La Jornada a Sonora y me invitó al proyecto, pero no se concretó el proyecto y al poco tiempo regresó al altiplano para repatriarse nuevamente. Por ese entonces coyito Rodríguez, conductora de noticias con un gran compromiso social, me invitó a integrarme a la conducción de su programa en la entonces XEDM y a la par escribía en varias plataformas y armé mi propio periódico y plataforma virtual, como hasta la fecha.
En ese transcurso y desde todas las trincheras en las que estuve hasta que compartí la victoria de 2018 hasta con compañeros que se convirtieron en adversarios y detractores, especialmente con uno de ellos, David Valenzuela, que en paz descanse, a quien la vida me diera la oportunidad de ayudar a librar un serio problema legal, luego de lo que escribo inmediatamente, quien fuera el primero a quien llamé la noche de la elección del innombrable, para felicitarnos por haberlo logrado, independientemente de la algidez aún vigente entonces.
Nuevamente puedo oír el que pendejo… Y si, el tipejo jamás agradeció lo que hicimos para evitar su desafuero, hacerle campaña y arriesgar el pellejo, pero él nunca fue lo importante para nosotros, sino la posibilidad de un giro, aunque no fuese de 180 grados, con 30 bastaba, pero debía terminar la era de las concertaciones, la simulación y el saqueo del país. Ternuritas.
Para febrero de 2019, luego de varias señales y la más definitoria, el cierre de los ductos de Pemex con las consecuencias infames contra la población que culminara con la explosión del Tlahuelilpan del 18 de enero de ese año donde murieron de manera horrenda 137 imprudentes a quienes la SEDENA dejó rapiñar combustible de un ducto picado sin intervenir hasta la explosión, con una fría reacción del infame embaucador y previa la furtiva compra de 500 pipas tres días antes, de las cuales nunca se supo su desino, entendí el jueguito: El combustible fue para estos hampones lo que Telmex para Salinas, su botín sexenal. No me equivoqué, y aún hay más, pero no hoy.
Me llevó un par de semanas procesarlo, confrontar mis ideas y teorías y para el primero de febrero de 2019, hice mi ceremonia de hasta aquí y a partir de aquí y a mingar a su chadre con todo y lo que le acompañara. Mi lema número 1 a partir de entonces: #YoNoVotéPor Esto, y se puso peor, mucho peor.
Hoy las instituciones del estado mexicano dejaron de simular con el desmantelamiento de todo lo hecho por los simuladores de antes ante nuestros perplejos ojos, en lugar de arreglarlo o mejorarlo para a cambio de eso, hacer pomada el andamiaje jurídico, de seguridad, político, asistencial, económico, etc., etc… #EramosFelicesYNoLoSabíamos, lema número 2.
El resultado de toda esta orgía desbocada de destrucción y muerte, está a la vista para pesar de quienes queremos a México y a nuestra abrumada y desorientada raza de bronce y hoy como entonces que me quedé dudando del alcance de aquella frase lapidaria que hoy nos ha puesto frente a la dimensión del engaño, la adopto para dedicársela recargadita como mi tercer lema para el actual régimen: #AlDiabloConSusRetorcidasInstituciones.
Ya lo estamos viendo y viviendo y como dijera el dinamitero loco en cuestión: Y se va a poner peor.
ByTheWay: Algo muy ligado a lo anterior pareciera irse perfilando para Hermosillo en el corto plazo… Cualquiera diría que quieren despertar a la mala al tigre de Detroit y en estas, hasta al tigre toño. Y uno que ya quería retirarse.
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