Didier Dubreucq, apodado “Blue Eyes”, uno de los presuntos integrantes de la banda conocida como los “grandpa robbers” (“ladrones abuelitos”) responsable del robo millonario a Kim Kardashian en París en 2016, murió a los 69 años.
Dubreucq fue condenado tras un juicio en mayo de 2025 en el que fue hallado culpable de su participación en el asalto armado contra la socialité.
Durante el robo, Kardashian fue retenida a punta de pistola y despojada de joyas valoradas en cerca de 10 millones de dólares, incluyendo su anillo de compromiso.
Según informan medios franceses, Dubreucq había sido diagnosticado con cáncer de pulmón mientras estaba en prisión preventiva. A pesar de haber recibido tratamiento de quimioterapia, falleció el pasado jueves, apenas un mes después de conocerse su condena.
Su sentencia ascendía a siete años de prisión, de los cuales cinco fueron conmutados y dos ya se encontraban cumplidos, por lo que no regresó a la cárcel tras el veredicto de mayo.
Durante el juicio, Dubreucq negó rotundamente su implicación, argumentando una supuesta “identidad equivocada”. También manifestó que, a pesar de haber sido llamado “ladrón armado”, él se consideraba “un buen tipo” y afirmó que su acción habría sido motivada por errores del sistema judicial.
El robo tuvo lugar en la madrugada del 3 de octubre de 2016, mientras Kardashian se encontraba sola en un lujoso apartamento parisino durante la Semana de la Moda. Cinco hombres, disfrazados de policías, la tomaron como rehén, la amordazaron y maniataron, y escaparon con joyas entre las que destacaba un anillo de 4 millones de dólares.
En mayo pasado, Kardashian testificó durante casi cinco horas, describiendo el asalto como una experiencia que “la marcó para siempre” y reconociendo que temió por su vida y por su integridad física.
Después, ocho de los diez acusados fueron declarados culpables, aunque no regresaron a prisión debido a la justicia francesa y a su edad.
