Paul McCartney recuperó un bajo de la marca Höfner, más de medio siglo después de que fuera robado, y tras una investigación iniciada el año pasado por la propia marca de instrumentos musicales.
El instrumento fue comprado por McCartney en 1961, mucho antes de saltar a la fama, cuando The Beatles se encontraban de gira por pequeños clubes en Alemania.
Este modelo, históricamente vinculado a Sir. Paul, es uno de sus favoritos, reconociendo en numerosas ocasiones que se enamoró del instrumento por su peculiar diseño simétrico, más parecido a un violín que a otros bajos.
El exBeatle pagó 30 libras esterlinas (unos 643 pesos) hace 63 años por el bajo, aunque hoy costaría unas 800 libras (17 mil 160 pesos). Según el diario The Guardian, el instrumento podría alcanzar un valor de hasta 10 millones de libras (214 millones 522 mil pesos) en una subasta.
La investigación, llamada Lost Bass Proyect (Proyecto del Bajo Perdido), recibió más de 600 llamadas e emails, en los que encontraron pistas útiles para dar con el paradero del icónico instrumento, robado en 1972 en una camioneta del grupo que McCartney creó tras la ruptura con The Beatles, Wings. El ladrón lo llevó entonces al pub de su zona, sabiendo que sería difícil venderla en seguida, pidiendo así al dueño del local que la guardara.
Sin emabrgo, este nunca regreso y el instrumento ha permanecido en la familia del dueño desde hace 51 años. Sin embargo, el martes, un joven de nombre Ruaidhri Guest compartió en X:“Heredé este instrumento que ha sido devuelto a Paul McCartney. Comparte la noticia”.
Un comunicado en la web del ex miembro del cuarteto de Liverpool, señala:”Tras el lanzamiento del ‘Lost Bass Project’, el bajo Höfner 500/1 de 1961 de Paul, que fue robado en 1972, ha sido devuelto. El bajo ha sido autenticado por Höfner y Paul está increíblemente agradecido con todos los involucrados“.
El instrumento fue utilizado en algunos grandes hits de la banda, incluyendo clásicos tempranos en su carrera como Love Me Do y She Loves You.
Respecto al gran valor que tiene la guitarra, en 2020 una perteneciente a Kurt Cobain, de Nirvana, se vendió por un récord de seis millones de dólares, mientras que una guitarra robada en 1963 tras un concierto y perteneciente a John Lennon, fue vendida 51 años después por 2.4 millones de dólares en una subasta.
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