El Paso.- Texas está construyendo un “campamento base” militar en la ciudad de Eagle Pass, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, como parte de un esfuerzo más amplio del Gobernador republicano Greg Abbott para disuadir la migración irregular.
La instalación -denominada Base de Operaciones Avanzadas Eagle- será un complejo de unas 32 hectáreas a lo largo de las orillas del Río Bravo y albergará hasta mil 800 soldados, con la capacidad de ampliarse a 2 mil 300, dijo el Gobernador en una conferencia de prensa.
Un número récord de migrantes han ingresado a Estados Unidos de manera irregular desde que el Presidente Joe Biden asumió el cargo en 2021, incluyendo varios millones que cruzan a Texas.
Abbott ha desplegado miles de soldados de la Guardia Nacional controladas por el estado para disuadir a los migrantes y ha construido un muro fronterizo improvisado en Eagle Pass, limítrofe con la mexicana Piedras Negras, con contenedores de transporte y alambre de concertina.
La aplicación de las leyes de migración ha sido históricamente responsabilidad del gobierno federal y las medidas de Abbott para asegurar la frontera han provocado enfrentamientos legales con la Administración Biden.
La nueva base militar estará a casi 10 kilómetros al sur de Shelby Park, una zona propiedad de la ciudad que el estado de Texas ha requisado en un esfuerzo por bloquear a los migrantes.
“Debido a la magnitud de lo que estamos haciendo, debido a la necesidad de mantener y ampliar nuestros esfuerzos (…) es esencial que construyamos este campamento base”, dijo Abbott.
El campamento permitirá a Texas “acumular un gran ejército en una zona muy estratégica” y “aumentar la velocidad y la flexibilidad de la Guardia Nacional de Texas para poder responder a los cruces”, detalló.
El campamento contará con un comedor para 700 personas, salas de cine, zonas de entrenamiento y servicios médicos, según las autoridades. El estado también tiene la intención de instalar más barreras al norte y al sur de Shelby Park, explicaron.
Biden, demócrata, aspira a otro mandato de cuatro años en las elecciones del 5 de noviembre, en las que probablemente se enfrente al ex Presidente republicano Donald Trump, de línea dura en materia de migración.
Los republicanos culpan a Biden del número récord de migrantes que intentan cruzar y dicen que debería haber mantenido las políticas restrictivas de Trump, mientras que el demócrata dice que está creando un sistema más humano y ordenado y que los republicanos se han negado a financiar la seguridad fronteriza por razones políticas.
Una nueva ley de Texas que entrará en vigor el 5 de marzo permitirá a las autoridades del estado arrestar y deportar a personas sospechosas de cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, poniendo a prueba los límites legales de la autoridad estatal.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y grupos de defensa de los derechos civiles han interpuesto una demanda para impedir que la ley entre en vigor.
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