Efigenia Ramos, reconocida asistente de Silvia Pinal, acudió como invitada al programa Ventaneando, donde reveló detalles sobre la gestión de la herencia de la primera actriz, aclarando algunas dudas que surgieron en torno a su legado.
Tras hablar de lo que es su vida a poco más de ocho meses del deceso de la diva del cine mexicano, la conversación se centró en el avance de los trámites y en las condiciones en que se encuentra la emblemática residencia de la artista, ubicada en el Pedregal.
Durante la charla, Rosario Murrieta preguntó: “¿Y ya se leyó el testamento? Porque recientemente supimos que no”. A lo que Ramos respondió con total claridad: “Se leyó provisionalmente y ahorita lo que falta es que todos acepten a la albacea, y ya una vez que la acepten todos, ya empiezan a hacer la entrega de todo lo que tengan. Yo entregué inmediatamente todas las escrituras y todo lo que era necesario”.
La falta de avance no responde a conflictos, sino a cuestiones de logística entre los herederos. Al ser cuestionada sobre la demora en este sentido, Ramos explicó: “Porque no se juntan. O sea, porque todos están trabajando y porque unos andan en un lado, otros andan en otro, o sea, como que ellos mismos lo han dejado”. Sus palabras reflejan que no hay desacuerdos evidentes, sino más bien otras ocupaciones.
LA MANSIÓN ESTÁ CERRADA
Aunque la mansión de Pinal está clausurada para preservar el inventario y garantizar un proceso ordenado, no ha quedado desatendida. “Cada miércoles van a limpiar, sobre todo el jardín”, añadió, dejando claro que hay mantenimiento básico regular para conservar la vivienda en condiciones dignas.
Por ahora, la última voluntad de la estrella ya fue leída en forma preliminar, y solo resta que los herederos designen formalmente al albacea para dar inicio a la distribución de bienes y propiedades.
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