
Cafeceando. Por: Octaviano Rojas
A un mes de presentar su cuarto informe de gobierno, el gobernador Alfonso Durazo Montaño puede encarar el escenario con tranquilidad y, por qué no decirlo, con un legítimo sentido de satisfacción. El balance de su administración hasta este punto arroja resultados tangibles, especialmente en materia económica y social, que difícilmente pueden pasar desapercibidos.
Reducir la pobreza en más de un 15% en apenas tres años no es un logro menor. Estamos hablando de cerca de medio millón de sonorenses que han dejado atrás condiciones de pobreza o pobreza extrema, lo cual no ocurre por generación espontánea, sino por políticas públicas bien dirigidas y una estrategia clara. En este caso, el Plan Sonora de Energías Sostenibles ha sido el eje rector del desarrollo económico de la entidad.
Las estadísticas respaldan este avance. A lo largo del año, el INEGI colocó a Sonora entre las entidades con mejor desempeño en indicadores clave: crecimiento industrial, aumento en el ingreso promedio de las familias, dinamismo exportador, disminución de la desigualdad, y un crecimiento sostenido de la economía local. Estos números reflejan no sólo estabilidad, sino una consolidación de un modelo económico que busca diversificación, sostenibilidad y justicia social.
Además, el gobierno estatal ha fortalecido estos avances con programas sociales enfocados en mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables. Las Becas Sonora de Oportunidades, los apoyos a personas de la tercera edad, así como a personas con discapacidad, o el fortalecimiento económico para familias vulnerables, muestran un enfoque transversal donde el crecimiento económico va de la mano con la inclusión y la equidad.
En paralelo, el impulso a proyectos detonadores —como la modernización del Puerto deGuaymas, la ampliación de aeropuertos y la construcción de nuevos hospitales en todas las regiones del estado— apunta a convertir a Sonora en un centro estratégico y logístico nacional. Todo ello enmarcado en una visión de largo plazo, en sintonía con las tendencias globales hacia la transición energética y la sustentabilidad.
Sin duda, estos serán algunos de los temas centrales que escucharemos en su próximo informe. Pero más allá del recuento de logros, lo que se esperará con mayor interés será la visión para los próximos dos años de gobierno. Si algo ha quedado claro hasta ahora, es que Alfonso Durazo ha apostado por el rumbo estructural, y el desafío será consolidar y blindar este modelo para que perdure más allá de su administración.
El gobernador también tiene una gran apuesta por la salud con seis nuevos hospitales.
En una de las inversiones más ambiciosas en materia de salud pública en la historia reciente de Sonora, ha destinado más de 40 mil millones de pesos para fortalecer el sistema estatal de salud. Esta cifra sin precedentes ha permitido la construcción y rehabilitación de seis hospitales y clínicas en distintas regiones, bajo la cobertura del IMSS e IMSS-Bienestar.
El proyecto, respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum, tiene como objetivo garantizar atención médica digna, con instalaciones modernas, personal especializado y tecnología de punta. Destacan obras como el nuevo Hospital General de Zona en San Luis Río Colorado, con una inversión superior a los 2 mil 171 millones de pesos, y el Hospital del IMSS en Guaymas, que beneficiará a más de 162 mil derechohabientes.
En Hermosillo, se rescata el antiguo hospital para transformarlo en un Hospital Universitario, mientras que en el sur del estado, Navojoa y Etchojoa recibirán infraestructura médica clave para mejorar la atención regional. Asimismo, en Vícam Switch se construye un hospital comprometido con la etnia Yaqui.
Más allá de la infraestructura, el mensaje político es claro: la administración de Durazo busca dejar huella y la vara muy alta para quien lo suceda en el cargo; una apuesta que también se alinea con la política nacional de atención universal y gratuita. Este paquete de obras se perfila como un pilar en la narrativa del gobierno morenista en Sonora.
Pero con este IV Informe, según rumores palaciegos, se vienen también una serie de cambios, algunos de ellos obligados para que Durazo Montaño pueda terminar más tranquilo su sexenio. Ya realizó algunos, pero dicen los enterados que habrá más.
Y que también dará la voz de arranque para quienes aspiren a participar en la próxima contienda electoral. Todos, seguramente jóvenes que han demostrado con trabajo que pueden seguir aportando su granito de arena para un mejor Sonora.
Del Gabinete ya se han mencionado a algunos. Por ejemplo, la joven y experimentada Jefa de la Oficina del Gobernador, Paulina Ocaña; los secretarios de Educación, Froylán Gámez; de Economía y Turismo, Roberto Gradillas y de Gobierno, Adolfo Salazar, entre otros. Para qué cargos? Solo el Gobernador lo sabe, pero éstos jóvenes no han aflojado el acelerador ni se duermen en sus laureles confiando en la marca que, si bien es cierto se ha fortalecido, la verdad es que para Morena no hay una oposición que los distraiga. Ni partidos viejos, mucho menos los nuevos.
El debut accidentado del Partido Sonorense
Por si alguien pensaba que la política en Sonora iba a tener un respiro de los vicios de siempre, llegó el recién creado Partido Sonorense (PS) a recordarnos que la novatez no significa inocencia. Apenas se estrenaron en su primer proceso electoral y ya traen una mala marca: el INE les aplicó una multa cercana a los 900 mil pesos, que serán descontados por el IEE, debido a irregularidades encontradas al fiscalizar sus informes de ingresos y egresos.
Todos los partidos recibirán multa, pero la sanción no sería cosa rara si habláramos del PRI, del PAN o de cualquier instituto con años de experiencia en eso de “hacer rendir” el dinero. El detalle es que el PS apenas nació y ya lo agarraron en curva con cuentas turbias. Un debut así levanta cejas -tipo un viejo político por todos conocido- y confirma lo que muchos advertían: este partido no iba a tardar en replicar las malas prácticas de la vieja escuela.
Lo que sigue será crucial, porque todos los partidos deberán pagar sanciones económicas, pero para un instituto tan nuevo, que todavía lucha por posicionarse, las multas pesan doble: en credibilidad y en recursos. Más aún cuando su dirigente, Alí Camacho, enfrenta críticas desde dentro. Basta recordar la desbandada de militantes inconformes a unos meses de haberse fundado, incluyendo a su único diputado, a alcaldes y a regidores; los pleitos por candidaturas a diputaciones y alcaldías, así como las acusaciones por venta de posiciones y malos manejos.
¿Tendrán razón los disidentes en pintar a su propio partido como un proyecto fallido desde la cuna? La pregunta queda abierta. Lo cierto es que el PS ya carga con un debut accidentado, y en política —como en la vida— las primeras impresiones pesan. Y aquí, la impresión es que el “nuevo” partido aprendió demasiado rápido las mañas que tanto decían combatir.
Muchas gracias por su lectura. Recuerde sintonizar de lunes a viernes, de 5 a 6 de la tarde el 104.7 de FM de Radio Sol, donde se transmite el mejor programa de análisis político, LENGUAS VESPERTINAS, con los periodistas Fernando Oropeza, Arturo Soto, Arturo Ballesteros y Gustavo Valenzuela.
Mi correo es octaviano07rojas@gmail.com