Aunque pareciera que hablamos de lo mismo, al comprender su significado, vemos que son expresiones irreconciliables que no congenian, que no pueden mezclarse o coexistir armoniosamente porque son muy diferentes entre sí.
Hagan de cuenta la trillada referencia del agua y el aceite, el perro y el gato, El Santo y las momias de Guanajuato, la izquierda ochentera y Manuel Bartlett, las porras del América y del Guadalajara, El Coyote y El Correcaminos, Los Capuleto y los Montesco o Lily Téllez y Noroña.
Así mero.
Pero todavía hay quienes se confunden, porque simplemente se hicieron bolas o porque en este mundo al revés, los que merecen el reconocimiento, en buena parte, son ignorados mientras viven, en tanto los que son adorados a partir de la devoción artificial y efímera, como lo es su fama o su aparente liderazgo, reciben un trato semejante al que se le da a Dios, o a Hugo Sánchez como jugador activo en el Santiago Bernabéu, o a Rigo Tovar en aquel concierto de 1981 en Monterrey, registrado como el más masivo de la historia de México que superó a Queen y al Papa Juan Pablo II en la misma ciudad del norte.
Por tanto y deseando que ayude en algo, pasemos a sus definiciones y enseguida volvemos con ustedes. No se vayan.
A decir de mi máximo gurú, a quien no puedo contradecirlo porque se me puede secar la mano, el culto a la personalidad es la exaltación nada crítica de un líder, que es presentado como una figura excepcional o casi divinizada mediante la propaganda y el control de los medios.
Este acontecimiento se caracteriza por la adulación permanente, la falta de pensamiento crítico por parte de los seguidores o feligreses y la animadversión enfermiza hacia quienes no siguen al líder o se atreven a decir que, como aquel emperador de Andersel, ese igual, en su procesión, va desnudo.
Se acostumbra mucho en regímenes autoritarios y totalitarios como forma de consolidar el poder, y pueden mostrar una actitud similar a una religión política o a un hincha argentino del Boca Juniors y River Plate.
En cambio, cuando hablamos de que alguien es una personalidad, nos referimos a individuos o individuas o individues, reconocidos universalmente por sus logros en el arte, la ciencia, entrenamiento, la literatura e incluso en la política y hasta en la abogacía, aunque no lo crean.
También consiguen atraer a los reflectores pero por méritos propios ya que su trabajo y su esfuerzo, su talento y capacidad, hace que se vuelvan unos héroes o unos ídolos o idolas, gracias a lo que hicieron de manera genuina y no por lo que alguien le construyó o le produjo, sabedor de que había incautos, olvidadizos o convenencieros que lamerían los pies de ese tipo que, a los ojos del seducido, a ratos pareciera ser Abraham Lincoln o Mahatma Gandhi o Nelson Mandela, Martin Luther King Jr o Winston Churchill, pero al despertar en un futuro era la clonación de Luis Echeverria, López Portillo o José Candelario Tres Patines o un vendedor de cobijas o trastes en cualquier feria mexicana.
Les dije: estos vocablos se parecen y, sin embargo, no son iguales.
Ah, porque mi consejera Wikipedia (saludos a la otrora ministra) me dice que una definición ofrece una idea más amplia y universal de un tema en concreto, apoyada en fuentes científicas, en tanto que un concepto representa la idea personal que se tiene de algo y expresa el punto de vista y juicio de una persona.
Mira nomas.
Entonces habría que recordar a una personalidad famosa con reconocimiento público. Alguien ampliamente conocida y respetada por todos en general que tenga logros destacados. (que los tenga la personalidad buscada, no el público).
No sean gachos: una personalidad, pero sin culto o alguien que, en ese momento, es solo una personalidad desde antes, mucho antes que esos que lo siguen para fortalecer su culto a la personalidad, se lo disputan.
Me acordé, inevitablemente, de Porfirio Muñoz Ledo, el finado diría el prócer, cuando, hará muchos años en los que no existía organización alguna con referencia a la virgen de Guadalupe, real o de barro pero aludiera tanto, pero existía el PRD, trajeron a este señorón para que diera una charla o ya no me acuerdo pero ahora que destaco las diferencias, no sé si fue por rendirle culto a la personalidad o porque era una personalidad.
A mi parecer, en ese momento, era ambas cosas, algo nada fácil pues en tanto que había logrado ser un líder en su partido y cabecilla para romper con el PRI de sus amores del que fue cachorro, gran orador, funcionario, era un señor inconmensurablemente culto, gran orador desde joven, precandidato dos veces por ese ex partido oficial y por tanto los de la enclenque oposición que teníamos, vieron en él la catapulta con tal de fortalecerse de alguna forma en Sonora ya que no había nadie en lo local que pudiera tener esas cartas credenciales.
Pero resulta que ya estando aquí y al acudir al recinto en donde daría su plática, el contenido de esta pasó a segundo plano frente a la intención de los organizadores y la cúpula partidista de mostrar su admiración a la de sangre guanajuatense pero con tal efusividad que, a contracorriente de esa canción de Milanes, sus fans creo que no lo querían compartido, antes de vaciar su vida y se lo disputaban cual un manchón de groupies frente a Carín León, jalándolos uno rumbo a su carro y otros hacia el lado opuesto, para estar a solas y en exclusiva con él, llevárselo a comer y por supuesto, si aceptaba, invitarle unas cervezas o un bacanora, sin saber que esto último pudiera ser un quebranto en los bolsillos de los amorosos anfitriones y hasta de las finanzas del partido ya que el invitado, en esos años, vaya que le sabía a eso de la bebida, al grado de acarrearle golpeteos en lo mediático y, según trascendió en la farándula, problemas en el plano conyugal.
_“Don Porfirio: su ex pareja afirma que usted es un alcohólico” asegura que la preguntaron de banquetazo una vez.
_“Si, así es, porque es la única manera de soportar a esa mujer” respondería, exponiéndose a más señalamientos, por obvias razones.
Después de este nada edificante aporte, el otro Porfirio de la historia de México como lo llegaron a referir quizá regresó Sonora o no pero sus devotos de por acá se mantuvieron fieles, a lo mejor deshojando margaritas para saber si los quería o no los quería, pero rindiéndole tributo como vasallos, antes que como correligionarios de una organización política que destaca virtudes, no rinde cultos ni da tratos de santidad.
No sé si ese ejemplo baste para comprender en definitiva los dos conceptos y cómo es que, lamentablemente, el culto a la personalidad es más recurrente, no solo en el público, sino en lo privado con lambisconerías o en el sector laboral para reverenciar al superior jerárquico y conseguir así un trato a la altura de su abyección.
El reconocimiento a la valía, en cambio, no es usual por muchas razones y nunca he podido entender, bien a bien, porque, casi siempre, esto se hace hasta que la persona muere , o ya anda en las últimas, trayéndole del tingo al tango para hacerle homenajes que le pudieron hacer antes cuando estaba entero y en la cúspide del éxito, no así y todavía se atreven a decirle, post mortem, “vuela alto “ pese a que ya para entonces, no podía ni caminar o, para desgracia, le habían amputado una pierna.
Nunca es tarde para reivindicarnos como sociedad y dejándonos de cosas, no se me hace mala idea apostarle a lo que dice el poema de la tamaulipeca Ana María Rabatté y Cervi, (atribuido a Amado Nervo) que propone vivir el afecto y el amor en el presente, en vez de esperar a la huesuda para expresar estos sentimientos.
Si quieres hacer feliz
a alguien que quieras mucho,
díselo hoy, sé muy bueno,
en vida, hermano, en vida.
Si deseas dar una flor
no esperes a que se mueran
mándalas hoy con amor,
en vida, hermano, en vida…
Si deseas decir te quiero
a la gente de tu casa,
al amigo cerca o lejos
En vida, hermano, en vida.
No esperes a que se muera
la gente para quererla
y hacerle sentir tu afecto,
en vida, hermano, en vida.
Ignoro, como ignoro tantas cosas, si esta inquietud es el sentir de alguien mas o únicamente es mía, pero si es que suena a propuesta, quizá es porque, como sociedad no andamos muy bien en eso de ser los más justos y darle a cada quien los frutos de lo que ha sembrado.
Hay tanta alabanza y glorificación para quienes nada construyeron, entre tanto que hay personalidades que juegan a la buena, gracias a su entereza y aptitud, trascienden en su oficio, profesión o disciplina sin que se les honre, ya sea porque su humildad lo impide o porque se les excluye o no se reivindica a tiempo su legado.
Pienso en Huemanzin Rodríguez, en lo nacional y en un par de amigos que entre la muerte de uno y otro, no se cumplió ni la semana.
Pienso y sin decir más, los lloro a ellos y a tanta gente que hay así, mientras otros encienden veladoras a esa fotografía de siempre, que cuelgan de la pared.
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INFONAVIT
La pregunta no es porque se quieren construir las casas en tal o cual lugar o si el material es de calidad o no o si estarán unas encima de otras. No. Cabría preguntarse mejor por qué no mantener solamente la línea II, es decir, la compra a terceros que puede hacer el acreditado a quien le dé la gana y/o construir en el lugar que quiera, a fin de cuentas la ley lo contempla y lo acumulado en la subcuenta de vivienda, es suyo.