Dos hombres resultaron heridos de bala en hechos distintos registrados entre la noche del martes y la mañana de este miércoles en Hermosillo; ambos casos fueron clasificados como homicidio en grado de tentativa y se activó el Código Rojo para su atención.
El primer ataque ocurrió alrededor de las 21:40 horas del martes en la calle Estroncio, de la colonia La Metalera, donde vecinos reportaron al número de emergencias 9-1-1 múltiples detonaciones de arma de fuego. Al llegar, agentes municipales localizaron a un hombre tirado en el suelo, con dos heridas producidas por proyectil de arma de fuego: una en el abdomen lateral derecho y otra en el antebrazo derecho.
La víctima fue identificada como Juan Gabriel, de 53 años, quien fue trasladado de urgencia para recibir atención médica, mientras que en la escena se aseguraron 11 casquillos percutidos calibre 9 mm, seis cartuchos útiles calibre .38 SPL y una bolsa transparente con más municiones del mismo calibre.
Vecinos declararon que escucharon varias detonaciones antes de hallar al hombre herido fuera de su domicilio, por lo que la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y personal de Servicios Periciales acudieron al sitio para procesar la escena y abrir la carpeta de investigación correspondiente.
El segundo hecho de violencia se registró a las 6:00 horas de este miércoles en las calles Dalia y Pirul, de la colonia Adolfo López Mateos, donde un hombre identificado como Matías “N”, de 56 años, fue atacado a balazos dentro de un cuarto de material de construcción ubicado al fondo de un predio.
Según la información oficial, el sitio era presuntamente utilizado para la venta de droga “cristal”, lo que podría ser un móvil de la agresión.
Matías presentó una herida de bala en el tórax superior y otra en el lateral izquierdo, por lo que fue trasladado en estado delicado a un hospital, donde permanece bajo resguardo de las autoridades.
En el lugar no se localizaron casquillos, pero sí envoltorios plásticos vacíos, presumiblemente usados para la distribución de la droga, mientras que vecinos relataron que era común ver entrar y salir personas con apariencia de indigentes del sitio, reforzando la hipótesis de que operaba como punto de venta de estupefacientes.