El primer ministro de Bélgica, Bart De Wever, se pronunció en favor de la decisión del presidente estadunidense, Donald Trump, de designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas.
El 20 de enero último el primer día de su segundo mandato, Trump firmó la Orden Ejecutiva 14157, que permitió al Departamento de Estado designar como “organizaciones terroristas extranjeras” a seis grupos criminales mexicanos: el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noreste, La Nueva Familia Michoacana, el Cártel del Golfo y Cárteles Unidos, además del venezolano Tren de Aragua y la pandilla salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13).
El respaldo del primer ministro belga a esa decisión de Washington –con la que no está de acuerdo el gobierno de Claudia Sheinbaum– tuvo lugar el 10 de septiembre último durante una conferencia de prensa conjunta en el puerto de Amberes con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, quien visitó Bélgica para discutir acciones de coordinación entre ambos países contra el narcotráfico internacional.
“Sabemos que la secretaria Noem es plenamente consciente de la enorme importancia de la lucha contra el crimen organizado. Y sabemos que el presidente Trump también toma este problema muy, muy, seriamente”, dijo De Wever frente a los representantes de la prensa.
“A principios de este año, el presidente Trump declaró que los cárteles de la droga serán tratados como organizaciones terroristas y que serán objeto de acciones también”, mencionó el dirigente europeo, y, a manera de justificación, añadió:
Existe un claro vínculo entre el terrorismo y el crimen relacionado con las drogas, ambos están conectados y ambos tienen un impacto devastador sobre nuestras sociedades: envenenan la mente de nuestra gente y amenazan nuestra seguridad y nuestra tranquilidad.
Volteando hacia Noem, De Wever continuó: “La administración Trump está tomando el liderazgo en el combate contra los criminales relacionados a las drogas, no sólo en Estados Unidos, sino también a lo largo de todo el continente americano. Y esa es una muy buena noticia para nosotros. En Bélgica ésta es también una oportunidad para fortalecer nuestras relaciones de seguridad con Estados Unidos.
“Europa –reiteró– debería enfocarse mucho más en la cooperación europea, por un lado, y en la cooperación con nuestros amigos de Estados Unidos, por otro, con el fin de romper el modelo de negocios del crimen organizado. Debemos hacer esto porque los narcotraficantes no conocen fronteras en absoluto”.
De acuerdo con el reporte 2025 de la Agencia de la Unión Europea sobre las Drogas, presentado en junio último, el de Amberes es el puerto de Europa donde más cocaína ingresa desde Latinoamérica.
En 2023 las autoridades portuarias de esa ciudad incautaron 116 toneladas de cocaína, una cifra que batió los récords de años anteriores. En 2024 esa cantidad cayó a la mitad por el incremento en las inspecciones de la autoridad aduanera que habría logrado disuadir el envío de cargamentos ilícitos.
También en Bélgica y Países Bajos, y más recientemente en Francia y Polonia, es donde más se han desmantelado laboratorios clandestinos donde “cocineros” mexicanos producen metanfetaminas de alta pureza.
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