En el país, siete cárteles controlan y pelean por el contrabando de tabaco y vapeadores, lo que les deja ganancias de entre 15 y 20 mil millones de pesos al año, de acuerdo con el Informe “Humo, vapeo y poder”, de la organización civil Defensorxs.
El documento señala que organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa o la Nueva Familia Michoacana, generan redes que abarcan fabricación ilegal, importación clandestina, robo de carga, distribución, venta minorista y extorsión.
“En México, el contrabando de tabaco dejó de ser un negocio menor para convertirse en una industria criminal administrada por 7 de los cárteles más poderosos del país. El Cártel Jalisco Nueva Generación ensaya la incorporación de tecnología para su aprovechamiento; las principales facciones del Cártel de Sinaloa lo usan para ir más allá del noroeste en el mapa mexicano; La Nueva Familia Michoacana lo utiliza para afianzar el control social ya ganado con la extorsión a minas, aguacates y limones. El Cártel del Golfo lo sustituye por fentanilo en la “narcoexportación” hacia Estados Unidos, mientras el Cártel del Noreste lo aprovecha para reconfigurar su estructura tras años de fractura interna. Los Cárteles Unidos usan el contrabando como recaudación paralela al Estado y La Unión Tepito le saca provecho consolidando sus tratos con mafias chinas”, detalla el informe.
Refiere que la prohibición de vapeadores abrió un mercado clandestino controlado por los cárteles, que hoy utilizan su distribución como una nueva fuente de financiamiento criminal.
“En la penumbra de la industria formal del tabaco florece un mercado paralelo que sirve de caja mediana para el crimen organizado. Según los cálculos realizados por este informe, el mercado ilícito de tabaco vale entre15 y 20 mil millones de pesos al año. Un monto que no pasa por las tesorerías nacionales ni por los registros estatales; engrasa los engranajes de organizaciones criminales que descubrieron que el cigarro de contrabando ofrece dinero, poder y control”, explica.
El informe señala que el tabaco es una de las mercancías más traficadas del mundo, pero mientras a nivel internacional entre el 10 y el 12% de los cigarros que se fuman son ilegales, en México, dos de cada 10 cigarros que se consumen provienen del mercado negro.
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