Ciudad de México.- La debilidad de la economía mexicana y de nuevas inversiones en el País seguirá por lo menos hasta la segunda mitad de 2026, debido a tanto a factores internos como externos, y será hasta 2027 cuando el crecimiento alcance o supere una tasa de 2.0 por ciento, de acuerdo con especialistas.
Asimismo, se prevé que la inflación tenga un ligero repunte a principios de 2026 debido al aumento de los impuestos especiales y que se modere al objetivo oficial de 3 por ciento hasta el segundo semestre del próximo año, para mantenerse alrededor de ese nivel durante 2027.
“La inversión se mantendría débil cuando menos hasta el segundo semestre de 2026 ante la incertidumbre que prevalece en torno a la relación comercial con Estados Unidos y la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”, señaló el Banco de México (Banxico) en su Informe Trimestral Julio-Septiembre 2025, publicado esta semana.
“El cambio de orientación en la política económica de nuestro principal socio comercial podría incidir en el ritmo de expansión de su economía y derivar en una menor demanda externa para México, con afectaciones cuya magnitud, duración y temporalidad siguen siendo inciertas”, advirtió.
Julio Ruiz, economista en jefe de Citi México, expresó que hay muchos “vientos en contra” que el País está enfrentando, por lo que la actividad económica se está deteriorando después de la resiliencia observada en el segundo trimestre de este año.
“La debilidad continúa. Simplemente vemos que la mediana de proyecciones para el crecimiento de 2025 es de 0.5 por ciento”, dijo en entrevista.
“Habrá una mejora en la actividad económica en 2026, pero 1.4 por ciento (que proyecta el consenso de especialistas) sigue siendo abajo del potencial (de crecimiento de México); sigue siendo algo relativamente débil”, destacó.
Anotó que, una vez que se llegue a un acuerdo en la revisión del T-MEC, habría una menor incertidumbre en el panorama de inversión.
“Deberíamos de estar viendo algo más cercano al potencial a lo mejor más hacia 2027, una vez que esta etapa de incertidumbre de la inversión la hayamos pasado. La incertidumbre sobre todo te merma bastante la inversión, pero si México llega a un acuerdo relativamente bueno en el T-MEC, sí podemos ver una mejora en el panorama económico más hacia a finales de 2026 y en 2027”, expresó.
“El tener un acuerdo y seguir teniendo un acceso relativamente mejor al resto de los países al mercado de Estados Unidos va a hacer que México siga siendo atractivo para instalar en el sector manufacturero, para que las decisiones de inversión que se habían retrasado a lo mejor puedan regresar”.
La Oficina de Inversiones de UBS coincidió en que una mayor claridad derivada de la revisión del T-MEC debería reducir progresivamente la incertidumbre sobre la inversión en 2026, al tiempo que un aumento del gasto público en infraestructura y la resiliencia de las exportaciones manufactureras impulsarían el crecimiento.
“La economía mexicana se desaceleró durante 2025, ya que la consolidación fiscal y la cautela del sector privado afectaron la demanda interna. La inversión fue la principal víctima: la actividad de construcción pública se desaceleró y las empresas suspendieron en gran medida importantes proyectos de capital a la espera de una mayor claridad en la política comercial”.
“En última instancia, el ritmo y el momento de la recuperación de la inversión dependerán del resultado y la velocidad de la revisión del T-MEC”, manifestó en el informe “Year Ahead 2026”, apartado México, publicado también esta semana.
De este modo, consideró que la política comercial de Estados Unidos es el “elefante en la habitación”.
“Los aranceles estadounidenses no han afectado significativamente las exportaciones, pero han ensombrecido la confianza y los planes de inversión”, expresó en el análisis elaborado por Alejo Czerwonko, Gabriela Soni y Laura Assis Iragorri.
“El T-MEC sigue siendo la columna vertebral de la integración económica de América del Norte. Si las negociaciones concluyen rápidamente y el Tratado se mantiene prácticamente intacto, la inversión debería recuperarse entre 2026 y 2027. Si las conversaciones se prolongan o el alcance del Tratado se modifica sustancialmente, la inversión podría mantenerse moderada y los riesgos de crecimiento se inclinarán a la baja”.
UBS acotó que es alentador que las empresas extranjeras que ya operan en México sigan invirtiendo, como lo demuestra la sólida reinversión de utilidades, que actualmente representa alrededor de 70 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED).
“El reto futuro es atraer nuevas inversiones para impulsar aún más el crecimiento económico”, sentenció.
Subrayó que las recientes reformas -en particular la de la Ley de Amparo, que restringe la capacidad de los tribunales para suspender actos administrativos- y el rediseño del Poder Judicial han suscitado dudas sobre el sistema de pesos y contrapesos, lo que podría suponer un lastre para la confianza de los inversionistas.
“Garantizar la disciplina fiscal, fortalecer el Estado de derecho y mantener la estabilidad institucional serán esenciales para que el Gobierno fomente la confianza y posicione al País para beneficiarse de la siguiente fase de la integración regional”, subrayó.
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