Por Mtro. Jesús Antonio García Ramírez. Politólogo, UNAM
- Consideraciones Previas
La idea de una “clase media” en México es un concepto que se ha utilizado para describir a un grupo de personas que se encuentran en una posición económica y social intermedia, pero en realidad, no existe una definición clara y precisa de qué es la clase media. La falta de claridad en la definición y el análisis de la clase media ha llevado a una serie de malentendidos y políticas ineficaces.
Según el economista mexicano, Enrique Dávida, “la clase media en México es un concepto que se ha construido sobre la base de una serie de supuestos y estereotipos, como la idea de que la clase media es el motor del crecimiento económico y la estabilidad social”. Sin embargo, estos supuestos no se han comprobado en la realidad, y la clase media en México sigue siendo un concepto difuso y ambiguo.
La realidad es que la sociedad mexicana se divide en dos grupos principales: los que tienen acceso a los recursos y los que no. La idea de una clase media es un intento de crear una ilusión de movilidad social y de que cualquier persona puede ascender en la escala social, pero en realidad, la mayoría de la población mexicana se encuentra en una situación de vulnerabilidad económica y social.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, el 41.9% de la población mexicana se encontraba en situación de pobreza, mientras que el 28.5% se encontraba en situación de vulnerabilidad por ingresos. Esto significa que más del 70% de la población mexicana no tiene acceso a los bienes y servicios básicos.
- A Manera de Reflexión
La idea de una clase media en México es un concepto que se ha utilizado para justificar políticas económicas que benefician a los más ricos y poderosos. La idea es que si se apoya a la clase media, se estará apoyando al crecimiento económico y la estabilidad social. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de la población mexicana no tiene acceso a los mismos beneficios y oportunidades que las élites económicas.
Un ejemplo de esto es la situación de los trabajadores informales en México, que representan más del 50% de la población económicamente activa. Estos trabajadores no tienen acceso a beneficios como la seguridad social, el seguro de desempleo y la pensión, lo que los hace vulnerables a la pobreza y la exclusión social.
Otro ejemplo es la situación de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en México, que son el motor del crecimiento económico y la creación de empleos. Sin embargo, estas empresas enfrentan una serie de obstáculos, como la falta de acceso a crédito y la burocracia, que les impiden crecer y desarrollarse.
La globalización y la liberalización económica han llevado a una mayor competencia y una disminución de los salarios y los beneficios, lo que ha debilitado la posición de la mayoría de la población mexicana. La idea de una clase media es un intento de crear una ilusión de que la situación no es tan mala, pero en realidad, la mayoría de la población mexicana se encuentra en una situación de vulnerabilidad económica y social.
Según el Banco Mundial, en México, el 10% más rico de la población concentra el 40% del ingreso nacional, mientras que el 40% más pobre solo recibe el 10% del ingreso nacional. Esto muestra la gran desigualdad que existe en México y la necesidad de cambiar el modelo económico actual.
- Consideraciones Finales
La falacia de las clases medias tiene consecuencias importantes. Perpetúa la desigualdad y la exclusión social, y justifica políticas económicas que benefician a los más ricos y poderosos. Es hora de que se reconozca la realidad de la mayoría de la población mexicana y se implementen políticas que realmente beneficien a la gente, no solo a las élites.
La idea de una clase media es un obstáculo para el cambio social y la justicia. Es hora de que se elimine este concepto y se comience a hablar de la realidad de la desigualdad y la exclusión social en México. La lucha por la justicia social y la igualdad debe ser el objetivo principal, no la creación de ilusiones y mitos que ocultan la realidad.
A los ciudadanos mexicanos: es hora de despertar y de exigir un cambio. No más políticas que beneficien a los ricos y poderosos. No más ilusiones de movilidad social. Es hora de luchar por la justicia y la igualdad.
A los gobernantes mexicanos: es hora de que asuman su responsabilidad. No más políticas que perpetúen la desigualdad y la exclusión. Es hora de implementar políticas que beneficien a la mayoría de la población, no solo a las élites. La justicia social y la igualdad deben ser el objetivo principal de su gobierno.
¡Es hora de cambiar! ¡Es hora de la justicia social y la igualdad!
