El cierre de 2025 colocó a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en una posición singular dentro del escenario latinoamericano, al combinar una alta aprobación ciudadana con una secuencia de reconocimientos internacionales que reforzaron su visibilidad política, técnica y cultural.
De acuerdo con un sondeo de la consultora Atrevia, Sheinbaum se posicionó como la mandataria con mayor nivel de aprobación en América Latina, al alcanzar un respaldo de 61 por ciento, el más alto entre los jefes de Estado evaluados.
El estudio destacó que la presidenta mexicana se convirtió en la primera mujer en encabezar este ranking regional, en un contexto donde la percepción ciudadana reflejó una aceptación superior a la registrada por otros mandatarios del continente.
José Jerí, presidente interino de Perú, apareció en segundo lugar, con 51 por ciento de aprobación, una diferencia de 15 puntos respecto a la mandataria mexicana. La tercera posición correspondió a Luiz Inácio Lula da Silva, con 49 por ciento, seguido por Yamandú Orsi, quien registró 46 por ciento de aprobación ciudadana.
La consultora global de comunicación y asuntos corporativos de origen español, ubicó a Javier Milei, con 44 por ciento, así como Daniel Noboa y Santiago Peña, ambos con 41 por ciento. Los últimos lugares correspondieron a Gustavo Petro, con 39 por ciento, y a Gabriel Boric, con 33 por ciento.
El sondeo evaluó la aprobación ciudadana de los líderes latinoamericanos a partir de variables como gestión política, liderazgo y percepción pública, y mostró contrastes marcados entre países en un momento de tensiones económicas y sociales en la región.
La publicación coincidió con un año de proyección internacional para Sheinbaum, quien acumuló reconocimientos por su influencia política, su perfil como científica climática y sus políticas públicas, particularmente en materia ambiental y de gestión del agua.
En abril, la revista TIME la incluyó entre las personas más influyentes del mundo, al destacar su formación científica, su enfoque ambiental y su desempeño en negociaciones con Estados Unidos, además del respaldo político con el que inició su administración.
Luego, en septiembre, la agenda hídrica se convirtió en eje de reconocimiento cuando recibió el Public Officials Award de la Water Environment Federation, por la instrumentación del Plan Nacional Hídrico y una política que integró ciencia, innovación, participación comunitaria y coordinación institucional.
Hacia el cierre del año, la proyección internacional de la presidenta también quedó reflejada en el ranking de mujeres más poderosas del mundo elaborado por la revista Forbes, que en 2025 ubicó a Sheinbaum entre las cinco primeras posiciones a nivel global, junto a figuras como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Giorgia Meloni, jefa del gobierno italiano.
La proyección pública adoptó un matiz cultural cuando The New York Times incluyó a la presidenta entre las personas más elegantes de 2025, al subrayar la incorporación de prendas bordadas por mujeres indígenas mexicanas en su estilo personal, como una forma de visibilizar el trabajo artesanal y la identidad cultural.
Especialistas han apuntado que esa combinación de respaldo popular, disciplina técnica y un estilo de conducción menos confrontativo explican tanto la alta aprobación interna como la percepción favorable que reflejan estudios regionales e internacionales.
La presidenta reconoció que una percepción positiva de México en el exterior puede favorecer sectores como el turismo y la proyección internacional del país, aunque insistió en que su mandato no se define por distinciones individuales.
Mencionó que México atraviesa una etapa de consolidación institucional que exige claridad y disciplina, por lo que cualquier valoración internacional solo se interpreta como comentario adicional sin incidencia gubernamental.
