El nuevo Parque de la Vida que ya empezó a construirse al norte de la ciudad, será en parte un memorial para las personas que por algún motivo dejaron de existir, pero que gracias a su consentimiento y de sus familiares, con la donación de órganos, dieron la oportunidad de que alguien más pueda estar presente.
Así lo consideró el presidente de la Fundación Mika, Ernesto Duarte Tagles, quien dijo que de esa forma, el área del parque contará con 400 árboles con sus respectivas placas de reconocimiento y en memoria de quienes decidieron hacer la donación de unos de sus órganos.
Manifestó que el Parque de la Vida será único en la ciudad y que forma parte del proyecto que el Ayuntamiento ganó en una convocatoria promovida para la sustentabilidad por parte del Departamento de Estado en Estados Unidos, que contará con una zona de placas fotovoltáicas y canchas recreativas.
Aclaró que este nuevo lugar viene a sustituir al Jardín de la Vida que se ubica en una área del viejo Hospital General del Estado, y que hoy contará con mayores espacios de crecimiento.
Recordó que el pasado fin de semana, empezaron las obras; está ubicado en el Bulevar José S. Healy pasando el Progreso al norte de la ciudad, que conlleva chanchas de esparcimiento, placas fotovoltáicas, Camina Segura y deportivas.
“Yo me acerque con el alcalde Antonio Astiazarán que en ese momento dio a conocer que ganaron el concurso de este Parque de la Vida, por lo que le interesó además mi planteamiento de hacer un espacio en memoria de personas donadoras de órganos y memorial, hubo la coincidencia para desarrollarlo dentro de ese proyecto”, expresó.
Duarte Tagles agregó que desde 2012 se cuenta con el Jardín de la Vida en un costado del antiguo hospital, por lo que hoy será cambiado a la nueva área dentro de este proyecto del ayuntamiento, donde se espera llegar a los 400 árboles ya que han sido ese mismo número de personas las donadoras de órganos.
Abundó que la actividad que se hace es sembrar una especie pequeña y colocar una placa en memoria del donante y al cabo de un año los familiares acuden por el árbol para replantarlo en sus hogares, donde son 400 personas desde el 2007 a la fecha.
El presidente de la Fundación Mika reconoció la disponibilidad de las autoridades para incluir este proyecto y de esa forma hacer un memorial para quienes tomaron la determinación de que con sus órganos otras personas sigan viviendo.
“Además, dentro de este espacio, se tendrán las placas con el nombre del donante y otros elementos gráficos, sobre la importancia de la donación de órganos para crear conciencia en la comunidad”, expuso.
Cabe recordar que este lugar se ubica al norte de Hermosillo en una área de tres hectáreas, donde hace más de 20 años se encontraba el relleno sanitario y que hoy buscan que sea un lugar de sustentabilidad para la ciudad.