La noticia buena es que informes oficiales destacan la reducción de hasta un 20 por ciento de los delitos de alto impacto en Sonora como el homicidio doloso y la incidencia delictiva, por lo que rinden resultados los programas de seguridad y combate a la delincuencia del gobernador Alfonso Durazo.
La percepción ciudadana de una baja en el índice de delincuencia y delitos de alto impacto en la entidad, ya había sido tema de López Obrador en días pasados cuando en su mañanera reconoció que Sonora “está más tranquilo, entre comillas”, en comparación con otras entidades en “focos rojos” como Guanajuato, y creo que también lo dijo porque persisten esporádicas olas de narco violencia, sobre todo en la región del desierto sonorense.
A pesar de que Sonora saca muy buenas cuentas en las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con una baja del 20 por ciento en los delitos de alto impacto en el período del 2021 a marzo del 2024, no todo es “miel sobre hojuelas” en materia de seguridad, porque el cáncer del narcotráfico enraizado por décadas en Sonora sigue muy activo en municipios focalizados como Caborca y la región del desierto donde en días recientes se hallaron personas descuartizadas, en Pitiquito donde hasta los rancheros solicitaron protección policiaca, familiares denunciaron la desaparición de Manuel Octavio Velázquez Bojórquez, desaparecido en la comisaría Félix Gómez, mientras que San Luis Río Colorado, Altar y Sonoyta han estado en el foco de atención en cuanto a los recientes casos de narco violencia, y por si algo faltara, el Instituto Estatal Electoral consideró como zonas de riesgo en este proceso electoral a Sáric, Altar y Pitiquito, entre otras poblaciones del desierto sonorense.
La directora del Observatorio Sonora Krimilda Bernal Hoyos, destacó que en el caso de Sonora, los municipios de Caborca, San Luis Río Colorado, Altar y Sonoyta han estado en el foco de atención en cuanto a los recientes casos de violencia por enfrentamientos entre grupos del crimen organizado.
“Podría decir que están incluso llegando a superar a Cajeme, que en su momento era noticia con mayor frecuencia de lo que eran SLRC y Sonoyta, en su momento fue Caborca, pero esto se está recrudeciendo, pero estamos en el punto en que se puede poner freno y reducir esta violencia”, agregó.
Los sondeos del Inegi, del Sistema Ejecutivo de Seguridad y del Observatorio Sonora por la Seguridad que destacan cifras oficiales y de una percepción ciudadana de una baja en el índice delictivo, pero esas buenas noticias se echan por tierra al registrarse algún hecho de alto impacto, aunado a las versiones de que ya hay “pueblos fantasmas” en la región del desierto por la desbandada de habitantes por temor al narco, temas que son retomados por columnistas nacionales como Eduardo Ruiz Healy y Héctor de Mauleón, (y antes en un reportaje amplio de El Universal), para generalizar de que “Sonora es un pueblo sin ley”, tomado por el crimen organizado, y de paso hacer recriminaciones al gobernador Durazo.
Al respecto de esas versiones catastrofistas en materia de seguridad, el secretario de Gobierno Adolfo Salazar Razo, aclaró que se sigue trabajando en la búsqueda de resultados positivos en materia de seguridad, y que no existe ningún pueblo o ciudad que esté controlado por el crimen organizado.
Respecto a las versiones de que Pitiquito es un pueblo fantasma por la desbandada de familias por temor al narco, dijo: “No estamos hablando ni aceptamos que hay un desplazamiento del crimen organizado de la población, estamos trabajando. Vamos en la ruta de pacificar nuestro Estado con resultados positivos, que se informan constantemente”, expuso Salazar Razo.
El secretario de Gobierno recalcó que Sonora es un estado seguro y tiene la atención de las autoridades enfocadas en erradicar la violencia, y alcanzar la paz que exigen los ciudadanos.
La Fiscalía General de Justicia de Sonora informó que instituciones de los tres niveles de gobierno integrantes de la Mesa Estatal de Seguridad, realizan operativos de prevención, en el Ejido Félix Gómez, en el municipio de Pitiquito.
De acuerdo con un comunicado de la Mesa Estatal de Seguridad, difundida a través de su cuenta en X, antes Twitter, en Pitiquito se cuenta con presencia de elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública, Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa Nacional y Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC).
El pasado 10 de abril, se detuvo en el Ejido Félix Gómez, a seis presuntos delincuentes, así como el aseguramiento de cinco vehículos con blindaje artesanal, armas largas, cargadores, cartuchos y equipo táctico. (g_navarro_ruiz@hotmail.com)