A punto de celebrar su segundo aniversario de amor, Luis Miguel le puso pausa a sus actividades profesionales para pasar las vacaciones de Semana Santa con Paloma Cuevas en un lujoso resort.
Durante los 9 días de descanso, todo apuntaba a que el cantante y la diseñadora viajarían a Andalucía, tierra natal de Cuevas, Córdoba, y la exclusiva urbanización de Estepona, en Málaga, que se ha convertido en uno de sus refugios favoritos para disfrutar de su noviazgo con la tranquilidad necesaria para disfrutar de las procesiones de Semana Santa, de las que Paloma es muy devota.
Sin embargo, el mal clima que se ha registrado en España en los últimos días alteró sus planes. La comunicadora Beatriz Cortázar reveló en el programa “Y ahora Sonsoles”, que finalmente la pareja decidió gozar de sus vacaciones a miles de kilómetros de dicho país.
“Ha habido mucho misterio de dónde estaban. Luis Miguel quería aprovechar al máximo sus vacaciones porque el jueves retoma ya su gira en Estados Unidos, así que han hecho un poquito de todo” contó.
Ambas personalidades compartieron momentos juntos en Madrid durante la primera parte de la Semana Santa, “donde han estado con la familia de Paloma (sus padres, Victoriano Valencia y Paloma Díaz) con la que se encuentran super a gusto porque tienen la suerte de disfrutar de un ambiente muy familiar y muy acogedor”.
Después se fueron de España, informó la fuente, quien también destacó que Paloma y Bianca, hijas de la diseñadora y Enrique Ponce, estuvieron con la pareja toda la Semana Santa.
El paradisíaco destino elegido para descansar y cargar las pilas de cara al tour mundial con el que Luis Miguel ha registrado récords fue “un resort de lujo en Las Bahamas”. “Un sitio muy privilegiado, muy exclusivo” que cuenta con piscina, playa privada y donde la pareja pudo disfrutar de unos días de relajación muy especiales.
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