El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que si bien las bajas perspectivas de crecimiento económico para América Latina se soportan en retos que prevalecen desde hace tiempo, como la baja inversión y el lento incremento de la productividad, esta vez el desafío adicional es que la demografía está cambiando y la fuerza laboral no crecerá tan rápido como antes.
La fuerza laboral de la región creció casi 50% en las dos décadas previas a la pandemia, lo que ayudó a impulsar el crecimiento económico, pero ahora las tendencias demográficas están cambiando y probablemente afectarán el crecimiento en los próximos años, según el documento “Los cambios demográficos en América Latina podrían debilitar el crecimiento”.
El organismo internacional señaló que el crecimiento de la población seguirá desacelerándose y caerá de alrededor de 1% anual en las dos décadas anteriores a la pandemia a alrededor de 0.6% anual en los próximos cinco años.
Explicó que si bien esto no es necesariamente es una mala noticia, ya que una población en crecimiento no significa automáticamente un aumento del ingreso per cápita (la medida más relevante de bienestar), una mayor población significa una mayor fuerza laboral y producción agregada y también significa un mayor número de personas entre las cuales se comparte la producción.
El FMI apuntó que hacer crecer la economía a través de una población más grande puede ayudar de otras maneras, incluso aumentando los ingresos para pagar los altos niveles de deuda, pero el dividendo demográfico se está desvaneciendo a medida que la población de la región envejece y la proporción de la población en edad de trabajar está alcanzando su punto máximo.
Esto significa, destacó, que la proporción de la población capaz de generar ingresos dejará de crecer, lo que significa un cambio importante ya que esta proporción había estado creciendo hasta ahora y es lo que permitió que la fuerza laboral aumentara 0.5% anual desde el 2000; por el contrario, no se espera ningún crecimiento en la proporción de la población en edad de trabajar durante los próximos cinco años, en promedio.
Integrar aún más a las mujeres a la fuerza laboral
Ante esta realidad, el FMI señaló que para mantener en funcionamiento el motor de la fuerza laboral será necesario impulsar la participación de la fuerza laboral, pero para que esto se convierta en realidad, será clave integrar aún más a las mujeres en la fuerza laboral, ya que su participación sigue siendo baja: sólo 52% de las mujeres en edad de trabajar, en comparación con el 75% de los hombres.
El organismo también instó a los países de la región a ampliar los programas de cuidado infantil y brindar más capacitación a las mujeres, pues esto puede ayudar a aumentar la participación femenina, así como a garantizar que los impuestos a los hogares no desalienten a los trabajadores secundarios del hogar.
Sugiere eliminar beneficios asimétricos de cuidado infantil
También propuso eliminar los beneficios asimétricos de cuidado infantil y licencia parental entre hombres y mujeres ya que, en última instancia, desalientan la contratación de mujeres o afectan su salario y esto puede ayudar a incorporar más mujeres a la fuerza laboral.
Además, los países también pueden aumentar su fuerza laboral brindando oportunidades de capacitación vocacional, elevando la edad de jubilación, eliminando los desincentivos para trabajar después de la jubilación y adoptando políticas que faciliten el empleo de los trabajadores de mayor edad.
El FMI añadió que en la medida que la demografía se vuelve menos favorable, los países tendrán que esforzarse más en aumentar el crecimiento de la productividad laboral, abordando la mala gobernanza y las regulaciones comerciales estrictas, que limitan el crecimiento de las empresas y las ganancias de productividad asociadas . Esto ayudará a elevar los niveles de vida incluso en medio de vientos demográficos en contra.