No terminaban los días santos, esos en los que la reflexión nos lleva por los apacibles caminos del reencuentro con el perdón y la misericordia; con la bondad, la buena voluntad y el amor al prójimo cuando ¡palos!, le arrimaron el primer mandarriazo a un candidato, con lo que al parecer se inaugura la temporada de caza de esa especie que lamentablemente NO está en peligro de extinción y antes bien, por estos días los vamos a encontrar entregando un volante hasta en algún excusado público en el que usted, preelectoral lector, despolitizada lectora, se encuentre inopinadamente desahogando el intestino grueso.
Pasado mañana vence el plazo para el registro de candidaturas a las 72 alcaldías en Sonora y a sus 21 distritos locales. Las campañas para candidatos federales comenzaron hace un mes, pero las de los locales inician el próximo 20 de abril.
Y apenas estábamos acopiando información sobre las nutridas listas de aspirantes de todos los partidos a todos los cargos de elección en disputa cuando nos sorprendió una nota en la que se da cuenta de las presuntas trapacerías de Norberto Barraza Almazán, flamante diputado de la coalición Sigamos haciendo historia al distrito local 10 en Hermosillo.
De acuerdo con la nota, que cita información obtenida vía transparencia, como director de Servicios Públicos Municipales en la administración de Célida López Cárdenas, Barraza Almazán asignó contratos millonarios a la empresa Desarrollo de Obras Rurales, que tiene como apoderado legal a Sergio Carrizales Ibarra, socio de Barraza en la empresa Catorce Terracerías y Construcciones
Desarrollo de Obras Rurales obtuvo 13 contratos por un monto de 25 millones de pesos, ocho de ellos asignados directamente por Barraza Almazán.
La nota se publicó en el portal Latinus, un medio que sistemáticamente se ha dedicado a denunciar toda clase de irregularidades en el gobierno federal y los gobiernos locales de Morena. Ni se diga del presidente de la república, de su familia y de su partido.
Pero desde otra perspectiva, esa sería la coartada perfecta para camuflar un eventual fuego amigo hacia alguien de quien se dice, no negoció en Sonora su candidatura por Morena, sino en el entorno cercano de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum a través del acaudalado padrecista Mario Abeyta.
Me explico: Barraza Almazán era hasta hace muy poco un severo crítico del gobierno de Sonora y particularmente del gobernador Alfonso Durazo Montaño, a quien no vacilaba en señalar como el autor intelectual de toda suerte de machincuepas que a la postre impidieron el registro de la organización “Vamos” como partido político.
Por esas vueltas que da la política, últimamente vertiginosas, la Comisión Nacional de Elecciones de Morena informó no tan sorpresivamente que Barraza había ganado la encuesta respectiva y que iría como candidato de Morena a la diputación local por el distrito 10, algo que no dejó muy satisfechos a morenistas, algunos que aspiraban a la candidatura, otros que no ven con buenos ojos a los ‘externos’ vengan de donde vengan, y otros que recibieron metralla de Barraza cuando este se fue pateando el pesebre de la administración municipal a la que pertenecía, después de vetarlo como candidato a la alcaldía en 2021, cuando la propia alcaldesa Célida López fue por la reelección, perdiendo frente a Antonio Astiazarán.
Es previsible que desde Morena se descalifique al mensajero, es decir, a Latinus, por obvias razones que tienen que ver con su antimorenismo, pero es claro que Barraza Almazán no está en una situación cómoda, pues la información sobre las operaciones consignadas se encuentran en el ámbito municipal de Hermosillo, un entorno que si bien no le es del todo adverso, en la coyuntura electoral tampoco le es favorable.
Y aunque usted no lo crea, lo más relevante en este caso no es el candidato denunciado, sino lo que parece ser la voz de arranque para la ventilación de presuntos expedientes comprometedores que pueden implicar a cualquiera. En el caso ventilado, se involucra también a los hermanos Romo Pavlovich, primos de la exgobernadora Claudia Pavlovich Arellano.
Es decir, las campañas en Sonora, que hasta hoy marchan a medio gas y en un ritmo somnoliento y repetitivo, no habían pasado de los dimes y diretes, uno que otro madrazo y del natural bullying y las troleadas en redes sociales. El caso Barraza puede ser el inicio de un fuego cruzado en el que salgan a relucir más de dos expedientes.
Y si a Barraza, que va por la vida con el aura de santo varón (aunque en el inner circle del poder se dice que es más largo que mil pesos de ligas estiradas) le sacaron el primero, imagínese a otros (y otras) que gozan de menor ‘reputación’ que el señor Barraza.
II
Qué bueno que a partir de hoy entra en vigor el subsidio a las tarifas eléctricas en Sonora, porque ya la andaba pensando para prender la calefacción considerando el ‘friyito’ primaveral que se ha dejado sentir en estos días, sobre todo en el norte del estado y en una parte de la sierra donde hasta cayó granizo y nieve.
Chistoretes aparte, el hecho de que el subsidio se aplique a partir de este primero de abril obedece a los términos del convenio firmado recientemente entre el gobierno del estado y la Comisión Federal de Electricidad para ampliar a siete meses el periodo en que opere el subsidio, para aplicar la tarifa 1F en todos los municipios y ampliar los rangos de consumo subsidiados y se queda de manera permanente, evitando así las negociaciones anuales que no dejaban de provocar cierta incertidumbre.
Ciertamente que la primavera ha sido benevolente y a diferencia de otros años todavía tenemos climas agradables, que por cierto hay que disfrutar mientras se pueda, porque en unas semanas más inevitablemente tendremos que echar mano del clima artificial, aunque ya con el subsidio ampliado -temporal y tarifariamente- no les dolerá tanto. Y puede que hasta les guste.
III
Y a propósito de registros de candidatos y candidatas, este lunes a las 11:00 horas se registra como aspirante a la alcaldía de Hermosillo por Movimiento Ciudadano una mujer que ha generado grandes expectativas por su destacada trayectoria en el servicio público municipal y estatal; por su relevante paso por la legislatura local y a no dudarlo, por haber probado ser una de las políticas más y mejor forjada en el oficio.
Ya con ese perfil seguramente habrá adivinado que se trata de Natalia Rivera Grijalva, una mujer que viene con la expectativa de terciar la votación en un municipio que aparece muy atomizado entre los dos grandes bloques en disputa, el de Morena y sus aliados, y el que integran PRI, PAN y PRD.
La empresa que se ha echado a cuestan no es para nada sencilla, básicamente porque MC está lejos de contar con la estructura y los recursos que poseen las otras fuerzas, pero de que será una candidata que vendrá a darle nivel y calidad a la contienda, nadie lo duda.
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