La iniciativa privada de México externó su enorme preocupación por la imposición de aranceles anunciada por el presidente Donald Trump.
Aseguró que esta medida afectará significativamente las cadenas de suministro que se han venido construyendo los últimos 30 años y que han hecho de América del Norte la región más competitiva del mundo.
Recordó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en vigor desde julio de 2020, estableció reglas para la reducción de las barreras al intercambio de bienes, servicios e inversión, fortaleciendo la posición de la región.
“Hoy, los tres países comercian más de tres millones de dólares por minuto, respaldando más de 17 millones de empleos. Durante las últimas 24 horas, cámaras y asociaciones empresariales de Estados Unidos y Canadá han manifestado su preocupación por la decisión del presidente de Trump.
Compartimos con nuestras contrapartes empresariales la inquietud por la situación actual y reiteramos nuestra convicción de que la cooperación es la ruta idónea para avanzar la agenda regional, particularmente ante el evidente éxito que ha significado la integración comercial para las empresas y trabajadores de los tres países”, indicó la cúpula empresarial que encabeza Francisco Cervantes Díaz.
El CCE señaló que los sectores privados instan a sus respectivos gobiernos a entablar conversaciones y encontrar soluciones expeditas, que reestablezcan las condiciones del libre intercambio de bienes y servicios de acuerdo con las reglas acordadas en el T-MEC.
Aseguró que el CCE y los organismos que lo conforman están en continua comunicación con el gobierno de México, por lo que se atendió una reunión con la presidenta Sheinbaum y su gabinete en la que se manifestó su pleno respaldo ante la adopción de las medidas necesarias para superar la desafortunada circunstancia actual.
En tanto, la Cámara Nacional de la Industria de Trasformación (Canacintra), aseveró que la decisión del presidente Trump de imponer aranceles a sus principales socios comerciales, impacta directamente en los consumidores estadounidenses y en las cadenas productivas en donde sus empresas tienen aliados comerciales en los tres países.
Destacó que dichas cadenas productivas “han logrado que el desempleo en México se encuentre en los niveles más bajos de su historia reciente, así como que el PIB per cápita en Estados Unidos sea el más alto de su historia, con consecuencias positivas para los consumidores y trabajadores en los tres países”.
La Cámara, que en la frontera norte del país tiene 14 delegaciones que concentran a empresas maquiladoras y de cadenas de proveeduría estratégicas con los Estados Unidos, señaló que el objetivo de justificar estas decisiones por temas de seguridad nacional y de salud pública “es una estrategia jurídica para imponer aranceles sin pasar por el Congreso de Estados Unidos y desviar la atención de la afectación que tendrán en productos consumidos por el pueblo de nuestro país vecino del norte”.
La Canacintra aseveró que los problemas sociales que preocupan al gobierno de los Estados Unidos no se solucionarán desechando los logros que se han alcanzado con esfuerzo y trabajo en conjunto.
Advirtió que de no llegarse a acuerdos y se revierte la medida arancelaria rápidamente, se podrían perder hasta 1.8 millones de empleos en México, se incrementarán los precios inicialmente en Estados Unidos, con repercusión en los países vecinos, generando inflación, y se detendrá el poco crecimiento estimado para este año.
“México es un país competitivo y aliado estratégico de sus socios comerciales. La reestructuración de cadenas de proveeduría sin depender de las empresas mexicanas y las filiales estadounidenses en territorio nacional sería un proceso largo y por demás costoso”, dijo.
Asimismo, dijo apoyar el diseño y perfeccionamiento, desde la perspectiva de la pequeña y mediana empresa, para la aplicación del Plan B del gobierno de México.
Pero urgió al gobierno de México, a que coordine y tome las acciones y acuerdos necesarios al interior del país con los actores económicos y sociales, así como con los gobiernos de Canadá y los Estados Unidos para atender los problemas sociales de primera importancia que ha manifestado el gobierno de los Estados Unidos y en el proceso hacer que se derogue rápidamente el decreto que ha impuesto aranceles a los productos que importa ese país desde el nuestro.
La Canacintra señaló que sus delegaciones de la zona fronteriza vislumbran como impactos inmediatos la reducción de demanda de productos por su encarecimiento con el consumidor; la pérdida de ingresos por menores ventas; exceso de demanda interna; desempleo en la franja fronteriza y el sector maquilador y la reducción de la inversión y pérdida de competitividad.
A nivel macroeconómico se podría desencadenar un deterioro en la balanza comercial, presión en el tipo de cambio y un impacto directo en el Producto Interno Bruto.
De ahí que, confió, el Plan B del gobierno incluya medidas de aplicación inmediata para la diversificación de mercados; ajuste en la cadena de valor para reducir el impacto de los aranceles y, medidas arancelarias controladas con impacto controlado en el mercado mexicano.
“No podemos caer en un juego de Suma Cero, representación que alude a una ventaja, por un lado, y una pérdida por el otro. Debemos tener una estrategia basada en una Ley de Proveeduría Nacional que impulse nuestras ventajas comparativas, una política industrial que responda a la realidad de México y una estrategia de contención y no de reacción”, señaló la Canacintra.