Ciudad de México.- En comercio exterior, el balance del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador es retrógrado y está estancado en aspectos de promoción de inversiones y fortalecimiento de acuerdos internacionales, aseveró Mónica Lugo, directora de Relaciones Institucionales en Prodensa.
“En donde vemos retroceso es en la implementación de tratados, hemos visto que iniciativas legislativas como la reforma energética, la prohibición de maíz transgénico, el cambio de reglas, ponen en incertidumbre y en preocupación a nuestros principales socios comerciales.
“México no ha sido un buen cumplidor del T-MEC en muchos aspectos”, dijo en entrevista la semana pasada.Entre los acuerdos comerciales que arrancaron en el Gobierno pasado o iniciaron su proceso de negociación y no resonaron este sexenio están la Alianza del Pacífico, el Acuerdo Transpacífico, así como el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea y con Corea del Sur.
“México llevaba una cifra récord en cuanto a esta parte de diversificación de economías, era líder en muchísimos temas en este acuerdo regional.
“Todo este tipo de acuerdos se diluyó completamente”, expresó la ex negociadora del T-MEC.
Dijo que si bien México sacó provecho de eventos como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, a través del nearshoring, por otro lado, se percibe un efecto negativo derivado de no cumplir los acuerdos regulatorios firmados y compromisos adquiridos, como los del T-MEC.
A ello se suma la posible expropiación de Calizas Industriales del Carmen (Calica), propiedad de la empresa estadounidense Vulcan Materials, que trajo fricciones con senadores de ese país.
En abril pasado, el Gobierno expropió una planta de hidrógeno de Air Liquide, en Tula, Hidalgo.En este sexenio cerró ProMéxico, el organismo internacional de promoción comercial, tarea que quedó en manos de las Embajadas.
También se redujeron las misiones comerciales y se eliminaron las representaciones del tema en países socios, así como en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
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